Mujer asistió al médico por un dolor de espalda y le dieron dos semanas de vida
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Mujer asistió al médico por un dolor de espalda y le dieron dos semanas de vida


Por Maria Ruiz | 15 Noviembre 2021 15:17
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Una mujer, a quien se le identificó como Becca Smith, de 29 años, asistió al médico por un dolor de espalda y su diagnóstico fue que le quedaban dos semanas de vida. El hecho quedó al descubierto en Chester, Reino Unido.

Según datan los hechos, Becca acudió al médico creyendo que su problema era un deslizamiento de disco. Sin embargo, su diagnóstico fue otro: un cáncer de pulmón terminal, acorde a lo que consignó New York Post.

La mujer empezó a sentir malestares a fines del 2019 y fue en enero del 2020, cuando llegaron los dolores más fuertes y las migrañas. Decidió abandonar el yoga y el entrenamiento de fuerza.

Había asumido que era una lesión de espalda. Acudió a fisioterapeutas y quiroprácticos, pero ninguno pudo detectar la verdadera causa de su malestar.

Lo que pasó luego fue que a Becca la hospitalizaron. Ocurrió luego de que perdiera la visión por segunda vez y por su cabeza no pasó la posibilidad de que tuviera cáncer.

Smith pasó cinco días en el hospital -en marzo del 2020- mientras le hacían pruebas. "Recuerdo que dos médicos se acercaron a mí. Cerraron las cortinas, se me cayó el estómago. Solo sabía que algo no estaba bien", comentó al respecto.

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A Becca le consultaron si quería que sus padres estuvieran para saber el diagnóstico y ella desistió, respondiendo que no. No se imaginó que fuese un diagnóstico tan fuerte. Tenía cáncer de pulmón en etapa cuatro.

"Me dieron dos semanas de vida", confesó Smith. "Mi papá se tiró al suelo, mi mamá gritaba, yo gritaba. Recuerdo que le dije a mi mamá: ‘Por favor, no me dejes morir’", añadió a su relato.

Sin embargo, pese a que le dieron pocas semanas de vida, su familia no quiso aceptar aquello y ahora, Becca toma un medicamento que se llama Alectinib.

Este detiene el crecimiento del tumor y así, le da más tiempo de vida. De momento, el cáncer ya no se encuentra ni en su cráneo ni cerebro. No obstante, una diminuta cantidad aún está inactiva en el pulmón izquierdo y la columna vertebral.

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