Gobierno asegura la permanencia de la Oficina de Asuntos Religiosos en el Biobío
El Gobierno dio respuesta a lo denunciado por el mundo evangélico y confirmó la permanencia de la Oficina Nacional de Asuntos Religiosos, dependiente de la Segpres (Secretaría General de la Presidencia) en la Región del Biobío. Aquello se efectuó tras una solicitud por parte de los pastores.
El Seremi vocero de Gobierno en el Biobío, Daniel Garcés, indicó que "la ONAR regional se mantiene. Nunca ha existido la intención a nivel nacional y regional de suprimirla".
"Muy por el contrario, sabemos el valor que tiene, sobre todo en la región y por lo mismo es que nos encontramos buscando a la persona que va a liderar la oficina en el Biobío", agregó.
Al antiguo director de la Oficina de Asuntos Religiosos lo despidieron
Antes de que se anunciara el posible cierre de la Oficina Nacional de Asuntos Religiosos (ONAR), quien lideraba era el pastor Mauricio Bastias, recientemente nombrado.
Sin embargo, se le notificó de su despido, puesto que se dudaba la permanencia de la oficina y según precisó, el argumento no respondió a un asunto de competencia, más bien a un "tema político".
Mauricio contó que ante la posibilidad de que hubiera un cierre de la ONAR, los "entes pastorales se enteraron de esto y solicitaron al subsecretario, Máximo Pavez y al ministro Juan José Ossa, que la oficina sí se mantuviera".
"Ahí se determinó que iban a cambiar el nombre de la persona y se le dio la confianza los pastores para que ellos nombraran a quien continuará como director", complementó.
La denuncia aseguraba que era "una torpeza del Gobierno"
Cabe recordar que la denuncia la efectuó el convencional por el distrito 20, Luciano Silva, quien fuese director de de la ONAR antes de llegar a la Convención.
Él señaló que la ONAR "es una oficina que es muy importante para el mundo evangélico porque si bien es una oficina que se relaciona con todas las religiones, la verdad es que se ganó por esfuerzo de obispos de Chile y está dentro de los grandes logros evangélicos".
Además, fue categórico en rechazar el hecho. "Es una torpeza por parte del Gobierno y del subsecretario Máximo Pavez, que generalmente ha actuado de manera beligerante contra los evangélicos. (...) Es una estocada al mundo evangélico".
