El Big Bang Chileno: La belleza de lo justo
Fotografía: Instagram: Cristina Dorador Constituyente

El Big Bang Chileno: La belleza de lo justo


Por Redacción Sabes | 08 Julio 2021 11:06
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En las clásicas efemérides que vemos en los diarios, el día 4 de julio es una fecha relevante por diversas razones históricas, y lo de este domingo recién pasado agregó una nueva hoja a este particular día.

En 1776 se firmó la Independencia de los Estados Unidos de América en Philadelphia, en una ceremonia con representantes de las 13 colonias británicas, siendo este fenómeno un ejemplo y motivación para el resto de las colonias, motivando la emancipación del yugo de la Corona Española de diversas naciones del continente, siendo el caso de Chile en 1810.

Esa búsqueda de libertad, principal combustible del proceso, se construyó en base a ideas movilizadoras que buscaban aplicar el sentido de lo justo en nuestras relaciones sociales y de poder, generando empatía y adhesión por distintos sectores de la sociedad de la época. A partir de lo anterior se construyó esta idea de Nación libre y soberana, entendiéndose como un grupo social homogéneo que plantea y construye -desde la élite- la realidad entre dos polos en tensión, pelucones y pipiolos, conservadores y liberales o derecha e izquierda, siendo el pueblo llano un espectador de este debate intelectual desde distintas trincheras, desde los pueblos fronterizos, desde la cuestión social, desde la marginalidad y la criminalización, desde el pauperismo, conformando así una base social intercultural, multi lingüísticos y fraterno en la igualdad de la condición de ser humano, pero sin relación con el relato histórico del Estado-Nación conocido por todos desde la enseñanza básica y familiar.

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Al alero de lo anterior, la norma que nos ha regido desde 1810 ha sido en base a leyes que son regulaciones de comportamientos socio políticos, culturales y económicos que promueven el orden, teniendo barnices distintivos pero en el fondo sin la voz de la base social de este país, construyendo una mirada homogénea de la realidad o del Estado-Nación desde la élite, siendo así en las constituciones desde 1823 hasta 1980, sin excepción.

Un 4 de julio pero de 2021 se genera un fenómeno histórico que vino a romper una lógica de construcción social de élite, de arriba hacia abajo: se rompió con lo binario, volvió la alegría de la diversidad, lo que se prometió hace más de 30 años con el NO, se ve cercana y real con la asunción de la Convención Constituyente, una representación genuina y real del Chile que no se ve en las discusiones políticas, pero sí se usa y abusa de ella para tener poder. El pueblo llano, esa chusma inconsciente como declaró Arturo Alessandri Palma en 1925, llegó a definir nuestras reglas, nuestros comportamientos desde lo que somos para lo que queremos, siendo la mejor expresión de la estética de lo justo.

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A lo anterior, sin lugar a dudas que sea una presidenta la que lidere el proceso es un hito en sí mismo, ya que rompe una lógica histórica de poder de la figura patriarcal y del rol político de la mujer en los espacios de toma de decisión, siempre ésta vestida de terno y corbata. Elisa Loncon es la cara visible del proceso de transformación social inevitable que estamos viviendo, además, si le sumamos que es una mujer y mapuche, Pueblo-Nación preexistentes a los occidentales arribados con Colón en 1492, con una cultura, ciencia, medicina, astronomía, lenguaje, cosmovisión y cosmogonía propia -entre otras sabidurías ancestrales-, haciendo que este hito sea una regeneración de la nación chilena escrita por todas y todos. La wenufoye flameante en la clásica postal del movimiento de octubre de 2019 llegó a liderar el proceso constituyente bajo el rol de Loncon en el proceso constituyente.

Lo que vivimos el domingo 4 de julio transformó este día como el verdadero big bang chileno, dejando en evidencia que la normalidad tradicional era anormal, donde el caos era la demostración de cómo el orden natural fue emergiendo desde las bases. Podemos decir que nuestro 4 de julio fue el día que Chile abrazó al verdadero Chile.

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