Elijamos calidad de vida para todas y todos: constituyentes y presidenciables

Ciudadanos de Chile: estamos en tiempos de cambios en nuestro País y quiero invitarles a hacer uso, no solo de su voz, sino de su voto. Considero fundamental que nuestros líderes y representantes, tanto para la presidencia como para la asamblea constituyente y otras instancias, focalicen su gestión en mejorar la calidad de vida de los chilenos y chilenas.

La calidad de vida es la meta. La Organización Mundial de la Salud conceptualiza la calidad de vida como algo multidimensional, que considera aspecto como: salud, autonomía, independencia, satisfacción con la vida y aspectos ambientales como redes de apoyo y servicios sociales.

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Ciertamente nuestro sistema de salud ha avanzado muchísimo, movilizándose desde un paradigma médico, centrado en las patologías y padecimientos, hacia un modelo más humanizado, que coloca en el centro del quehacer de los equipos de salud (y otros) a la persona y su entorno. No obstante, aún hay mucho por hacer.

¿Cuántos de nosotros conocemos a alguien que sufrió un accidente vascular? Probablemente en algún momento se estabilizó, pero ¿está considerado el abordaje posterior a los días de hospitalización? Claro, se indica dar continuidad a un proceso de rehabilitación con Fonoaudiólogo para las secuelas del lenguaje, habla, cognición, con Kinesiólogos, terapeutas ocupacionales, neuropsicólogos y psicólogos según corresponda. Sin embargo, el sistema no tiene la capacidad de respuesta que uno recomendaría en cantidad y frecuencia.

En otra línea, veo como Fonoaudióloga que se pierde un tiempo precioso para pesquisar en recién nacidos la hipoacusia, ya que solo está considerado realizar un screening auditivo a recién nacidos con algunos factores de riesgo como el bajo peso al nacer, prematurez, antecedentes familiares de hipoacusia, etc. ¿Pueden imaginar lo distinta que sería la vida de una persona que es pesquisada al momento de nacer, diagnosticada en las primeras semanas y con alguna “solución auditiva”, audífonos, implante coclear y respectiva terapia auditiva posterior, etc.?. Ahí está la oportunidad de ofrecer oportunidades de desarrollo. La audición nos conecta con las personas, escuchamos la voz de nuestros padres y lo sabemos todo, aunque no entendamos las palabras, nos permite desarrollar el lenguaje, la cognición. Imaginen las repercusiones de no ser diagnosticado y atendido tempranamente.

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Como tema contingente, analicemos las secuelas del Covid-19 desde distintos puntos de vista: médico, kinésico, neurológico y en el caso de la fonoaudiología secuelas a nivel de la deglución y la voz. Uno da por sentado que puede tragar (deglutir), es un automatismo. Pero regresando de la hospitalización a tu casa, te vas a sentar a la mesa y serás el único que no podrá comer lo mismo que el resto, tal vez una papilla espesa o al comienzo nada. Quieres hablar, pero la voz no sale.

A mi queridos y fieles lectores les digo, entiendan que el acceso a la salud y a la calidad de vida es su derecho y para ejercerlo, debemos exigirlo a nuestras autoridades y buscar alternativas de atenciones, por ejemplo, la telerehabilitación.

Y a nuestros candidatos a presidente, a los constituyentes electos, a todos: Se requiere redistribuir los recursos y dar cobertura para que todos y todas podamos acceder a los equipos de salud que pueden acompañarnos para mejorar nuestra calidad de vida.

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