Huachipato realizó la peor presentación del año y recibió un durísimo golpe en la Sudamericana
Lapidario. Huachipato sufrió una de las peores caídas en la era de Juan José Luvera. El equipo del acero fue humillado en Argentina a manos de Rosario Central y el cuadro de Talcahuano fue goleado por 5-0 en la Sudamericana.
El plan de salir sin delantero centro y, además, la excesiva rotación de posiciones en el campo pasó factura al conjunto metalero. La gran figura de los argentinos fue Lucas Gamba. De hecho, el delantero participó de gran manera en el compromiso y fue el autor de la primera cifra en el minuto 26.
Luego, Huachipato desapareció del campo y fue preso de sus errores. Una torpeza en el área de Baeza fue cobrada por el juez Ferreyra y Vecchio anotó de penal en el 36'.
A los segundos, Luvera sacó del campo a Poblete, quien fue intrascendente en el compromiso. El costado derecho de Huachipato hizo agua en esta jornada. Ni siquiera el ingreso de Gutiérrez y el temple de Córdova dio resultado.
A los 45', Gutiérrez convirtió un autogol tras la jugada de Gamba y Martínez anotó el 4-0 en el tercer minuto de adición.
Un desconocido Huachipato salió a la cancha de Banfield con algo más de temple en la segunda parte, pero no tuvo premio alguno. Un equipo inconexo, sin ideas y lo más preocupante fue que el plan de Luvera no dio resultado. Es más, con el resultado en la mano, la idea de juego terminó de la peor forma.
Ni siquiera el ingreso de Palmezano, Garrido y Huanca dio resultado. Una oncena irresoluta y sin poder reaccionar se vio en Argentina. La guinda de la torta la anotó Martínez Dupuy en el 77'.
Este partido mostró el lado más feble de Huachipato. Lo peor de todo, independiente del resultado, es que el equipo de Talcahuano hipotecó directamente sus chances de seguir con vida en la Sudamericana. Perdió la cuenta de ahorro en goles y, lo peor, es que tendrá que depender del resto de los equipos.
Un derrota dolorosa, que, finalmente, podría opacar el gran trabajo realizado anteriormente por la "Patrulla Juvenil" del acero, que no tuvo la osadía necesaria para poder abrochar un buen resultado. Ahí está el por qué los equipos sí deben reforzarse con gente de experiencia. ¿Habrá luz al final del tunel? Veremos.
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