La emotiva carta del "Emperador" Adriano: la pérdida de su padre y las noches de desenfreno en Brasil
Fotografía: Gentileza Twitter @A10Imperador

La emotiva carta del "Emperador" Adriano: la pérdida de su padre y las noches de desenfreno en Brasil


Por Sabes Deportes | 12 Mayo 2021 19:08
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Uno de los goleadores más recordados es Adriano. El delantero brasileño desarrolló una importante carrera a nivel mundial brillando en el Inter de Milán, la Roma y la Fiorentina, entre otros clubes.

El detonante para el declive del "Emperador" fue la muerte de su padre. De ahí en adelante, el brasileño perdió el amor por el fútbol y solo se dedicó a la joda, la fiesta y la noche.

Luego de largos años de silencio, donde, incluso, se le dio por muerto y también se especuló que empezó a liderar una favela en Río de Janeiro escribió una dura carta en The Players Tribune.

"Dijeron que desaparecí. Adriano está drogado, está perdido por ahí en alguna familia. ¿Cuántas veces vi esto?. Mierda (sic). Bueno, aquí estoy sonriente frente a ti. Toma una silla, hermano y lee", empezó el escrito.

"Cuando pienso en una favela solo me recuerdo en la diversión y que siempre había un balón. Mi familia juntó dinero para ir al Flamengo (...) En Italia la gente me llamó 'El Emperador' y creo que la mano de Dios me tocó", indicó.

La más dura confesión la realizó en el párrafo dedicado a su padre: "Después de la muerte de mi padre, el amor por el fútbol nunca fue el mismo. Yo jugaba pensando en mi familia y cuando él falleció, nunca más volvió a ser lo mismo. Empecé a salir, beber y no entrenaba. Solo quería ir a Brasil".

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También, el artillero entregó más detalles de su vida: "Publicaban que estaba drogado, desaperecido, que estaba rodeado de 'gansters' y que vivía una tragedia. Solo decidí volver a casa, con mis amigos. Quería volver a divertirme y fue así. En Flamengo iba a los entrenamientos no por el fútbol, sino que por la fiesta posterior a la práctica. Terminaba todo y llegaba la hora de la fiesta. ¡Todas las esposas sabían del trato!".

El cierre de la misiva fue sencilla y al hueso: "Adriano no tiene corona solo es el de los barrios de Brasil, que fue bendecido. No desaparecí, solo me fui a mi casa".

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