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Pasadas las 15:00 horas de este sábado, se concretó el funeral del pequeño Tomás Bravo. En los tramos finales del cortejo, una carroza especial trasladó al niño hasta el Cementerio Municipal de Arauco.
En su recorrido tras el velatorio, el féretro pasó por el memorial que cientos de personas realizaron en las afueras de la casa donde vivía el niño, en el sector de Caripilún, para realizar su último adiós.
Desde la entrada del camposanto se trasladó a Tomás hasta su tumba en un carruaje, desde donde se realiza un recorrido caminando.
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En las afueras del cementerio cientos de personas conmocionadas exigían "justicia para Tomás".
El sepelio se realizó bajo estrictas normas sanitarias establecidas por la pandemia de coronavirus, claro que eso no impidió que la multitud despidiera al menor.
Asimismo, en la entrada al camposanto se registraron incidentes menores entre personas que querían ingresar y personal de Carabineros.
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