Educar con nosotras
El día de la mujer se ha resignificado muchísimo en los últimos años. Cada vez nos felicitan menos y recibimos menos rosas y chocolates, ¡y eso es bueno! Quiere decir que hemos avanzado. No nos celebran, pero sí conmemoramos a las que lucharon antes que nosotras. Las que lograron que tuviéramos derechos que gozamos hoy. Además, nos llevaron a que constantemente nos cuestionemos nuestra propia forma de ser mujer, la sociedad en la que vivimos y la más equitativa que queremos construir y a apoyarnos como compañeras.
En educación, tenemos un desafío y a la vez una responsabilidad enorme en la formación de nuestras niñas y niños, de educar con nosotras. Hoy, educadoras y educadores podemos construir espacios libres de estereotipos y sesgos, potenciando los talentos, habilidades y sueños de nuestras y nuestros estudiantes.
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Enseña Chile es una red de cientos de personas de diversas edades, localidades, sexo, orientación sexual, preferencia política, religión y mucho más. Lo que nos mueve día a día es creer firmemente que es posible que todas las niñas, niños y adolescentes en Chile reciban educación de calidad. Y por eso son precisamente ellas y ellos el centro de todo lo que hacemos, especialmente dentro de la sala de clases.
Desde la red de Ñuble y Biobío, puedo con orgullo decir que somos mayoritariamente mujeres: directivas, profesoras, coordinadoras, jefas de UTP y muchas más. En este espacio, les pregunté directamente el rol que cumplimos a la hora de construir espacios más equitativos y, además, cómo sería una educación no sexista. Sus reflexiones son realmente inspiradoras.
Juntas soñamos educar personas felices, íntegras y libres de escoger cuál es su propósito en la vida. Salas libres de estereotipos y sesgos, basadas en el respeto y donde las oportunidades sean iguales para cada estudiante. Trabajamos para construir espacios seguros e inclusivos, con instalaciones sanitarias adecuadas, formación docente constante y programas educativos profundamente orientados a la no discriminación, siempre teniendo presente que tenemos que educar con nosotras.
Anhelamos salas de clases donde niñas y niños sean desafiados de la misma forma sin importar la asignatura ni la profesora o profesor que esté al frente. Queremos más directoras de establecimientos, tomando decisiones y velando porque este sueño sea realidad. Los establecimientos educacionales deben ser parte de la construcción de una sociedad más equitativa e inclusiva.
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Les invitamos a observarnos y reflexionar sobre los sesgos que tenemos, aquellos estereotipos que estamos replicando y las consecuencias que tiene esto en nuestras niñas, niños y adolescentes. ¡Podemos generar cambios y no podemos esperar! Tenemos una deuda histórica con el género femenino.
Fomentemos el respeto como base de nuestro quehacer. Sin importar género, raza, nivel socioeconómico, religión, entre tantas otras dimensiones de la persona. Evitemos marcar áreas de intereses específicos por género, recordemos que es posible educar con nosotras. Derrumbemos que los niños son buenos en matemática y las niñas en ciencias sociales. Botemos muros y devolvamos y potenciemos la capacidad de desarrollar sus talentos e intereses, de soñar y trabajar por aquello que quieren lograr. ¡Que elijan! Niñas científicas, matemáticas y gerentas. Pero también niños educadores de párvulos. No les limitemos su propósito de vida.
Desafiemos los roles de género a partir de los liderazgos que asignemos, el lenguaje que usamos, las tareas en la sala de clases, los ejemplos de profesiones u oficios, entre otros. Mostremos mujeres ejemplares en todas las disciplinas: bomberas, médicas, escritoras, científicas, matemáticas, diputadas, senadoras, presidentas, dirigentas gremiales, Premios Nobel, deportistas y tantas otras que han hecho historia y luchan contra estereotipos y muros todos los días. Abramos espacios para que todas y todos puedan expresarse sin limitaciones, tal cual son.
Hoy no firmo yo. Firmamos todas. Por ti, por mí, por nuestras estudiantes y nuestras compañeras. Gracias Nataly, Abisag, Marcela, Paz, Ángela, Natalia, Nishme, Javiera, Francesca, Steffanie, Francisca, Victoria, Beatriz, Camila, Cintya, Macarena y muchas más que soñaron y reflexionaron conmigo, pero que además trabajamos en red día a día por espacios en los que nuestras niñas forjen su propio camino: libres, empoderadas, fuertes y valientes. ¡Que nunca olvidemos lo importante que es educar con nosotras!
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