El trágico relato de una adolescente víctima de la crisis en Etiopía
A principios de noviembre pasado, un violento conflicto estalló en Etiopía, específicamente en la provincia norteña de Tigray. La crisis comenzó cuando el ejército federal invadió el lugar, en ese entonces bajo el dominio del Frente Popular para la Liberación de Tigray (FPLT).
Con el paso de los meses, el conflicto fue recrudeciendo. Y actualmente, los enfrentamientos amenazan con desestabilizar al país e incluso a toda la región del Cuerno de África. En ese contexto de extrema violencia, se gestan hoy desgarradoras historias como la que una joven etíope compartió con la BBC.
En su testimonio, la joven de 18 años cuenta cómo perdió una mano al defenderse de un soldado que intentó violarla. "Me disparó en la mano derecha tres veces. Me disparó en la pierna tres veces. Se fue cuando escuchó un tiro desde afuera", relató.
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A diferencia de la mayoría de las personas de Tigray, la joven y su abuelo decidieron quedarse en su casa en la ciudad de Abiy Addi, a unos 96 kilómetros de la capital provincial Mekele. La resolución que tomaron se fundamenta en que para ellos resultaba difícil viajar lejos.
Un mes apenas iba de conflicto, cuando, sin previo aviso, un soldado, vestido con uniforme militar etíope, irrumpió en la casa de la adolescente. El recién llegado exigía que le informaran dónde se hallaban los combatientes de Tigray.
Una vez registrado inútilmente el lugar, el uniformado les ordenó a la joven y a su abuelo que se tumbasen en una cama. En ese momento, comenzó a abrir fuego a su alrededor. "Luego obligó a mi abuelo a que tuviera relaciones sexuales conmigo. Mi abuelo se enojó mucho y... comenzaron a pelear", dijo.
A raíz del altercado, el soldado sacó del lugar al anciano y le disparó en los hombros y en el muslo. Tras eso, regresó donde la joven y le comunicó que había matado a su abuelo. "Nadie puede salvarte ahora. Quítate la ropa", añadió el uniformado, según las palabras de la joven.
En ese momento, la joven le rogó al soldado que no lo hiciera. Solo golpes obtuvo como respuesta a sus súplicas. Así comenzó un forcejeo entre ambos, en la que el hombre se enojó tanto que le disparó al menos seis veces en la mano y en las piernas. "Se fue cuando escuchó un disparo desde afuera", señaló la joven finalmente.