Macarena Concha: “Las personas somos motor de cambio”
Siempre relacionada con la cultura y las industrias creativas, Macarena Concha, profesora de Historia, habla de cómo nace el amor por el patrimonio y el valor de lo hecho a mano.
Nació en Coronel, un 9 de septiembre, casualmente porque su mamá estaba de visita por ahí. “Tuve una infancia muy ligada al área minera porque mi papá asesoraba a los sindicatos mineros allá, como estudiante de derecho. De alguna manera mi núcleo estuvo muy asociado desde muy chica a Lota por esa realidad. Me acuerdo haber celebrado el día del minero y todas esas cosas que son muy típicas del patrimonio intangible de Lota”, contó.
“Cuando estaba en el colegio, hice la enseñanza media en el Liceo de Niñas de Concepción, liceo emblemático, y fui presidenta del centro de alumnos. También de la asociación de secundarios de Concepción así que estuve muy cercana en la secundaria a la actividad gremial. Posteriormente entré a estudiar Historia a la Universidad de Concepción porque a mi padre le complicó que me fuera a estudiar sociología a la Universidad de Chile, que era lo que yo quería”, cuenta Macarena respecto del inicio de su formación.
“Entré a estudiar Historia y ahí fui dirigente de la FEC en su momento, encargada de los temas medioambientales. En ese tiempo era una de mis preocupaciones. Todo lo que estaba pasando con los campos de hielo sur en los años 90, y veía como los tratados con Argentina nos iban a dejar sin esas reservas de aguas que hasta hoy pienso son las reservas más importantes del mundo de agua dulce”, reflexionó.
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Su vida en Lota
Con toda esta experiencia, Macarena Concha cuenta que realizó su tesis sobre Lota, y que de ahí surgió una oportunidad que marcó su carrera. La invitaron a hacerse cargo de Cultura en la comuna minera.
“Yo ya había estado involucrada en cultura en Lota, y fue así como desarrollé algunos hitos importantes, como trasladar los restos de Baldomero Lillo, por ejemplo. Había entrado a los 17 a la universidad y a los 21 yo ya estaba egresada, y en esas vueltas me encontré con Marcelo Ferrari, director de la película Sub- Terra, que fue a pedir recursos para poder hacer Sub- Terra y nos hicimos muy amigos y levantamos varios proyectos muy interesantes, que al final se transformaron en el financiamiento de casi un tercio de la película”, relata Macarena.
“Hicimos todo el proyecto de la reconstrucción de los pabellones de Lota que hasta el día de hoy están en el Chiflón del Diablo y que sirven para el turismo. En ese tiempo desarrollamos varios proyectos con Corfo y el Gobierno Regional para poder levantar el financiamiento. Evidentemente cuando Marcelo terminó de grabar la película me invitó a trabajar con él a Santiago”.
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Santiago
“Fue así como agarré mis cosas, mi familia, en ese momento ya estaba casada y tenía a mi hija mayor Antonia y nos fuimos a Santiago. Así comenzó mi vinculación con el mundo del cine. Fue bien divertido porque Marcelo que venía de Nueva Imagen, una de las productoras más importantes de los años 90’, se había asociado con Chilefilms para desarrollar un proyecto cinematográfico”, cuenta Macarena.
“Ahí iniciamos dos desarrollos importantes de películas, una era Rojo inspirada en el programa de televisión exitoso que tenía TVN y que fue una idea original mía. Y también comenzamos el desarrollo de la película Santa María de las Flores Negras basada en el libro de Hernán Rivera Letelier, que contaba la historia de la matanza de la Escuela Santa María. Este último no llegó a puerto porque no logró el financiamiento total, pero que implicó una vinculación para mí como productora ejecutiva, muy fuerte con el norte de Chile, con Antofagasta, con Hernán, que hasta el día de hoy seguimos siendo buenos amigos y con todo el patrimonio salitrero del norte”, afirmó Macarena Concha.
Este relato, asegura, ha hecho que en su vida se reencuentre con ciertos hitos después de estar en Lota. Tras haber conocido la realidad minera del norte, con dos personajes como Hernán Rivera y Baldomero Lillo, se explican las sinergias interesantes que tuvo su vida, y que la han hecho desembocar en empujar proyectos que se vinculan a la historia, al patrimonio y a la creatividad.
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Visión para las Industrias Creativas
“Hay un tema y tiene que ver con la pasión de estos últimos años. Es que estoy convencida que es formar capital humano avanzado dentro de los territorios, es que es imposible empujar proyectos si es que no existe el propósito de parte de la gente que habita los territorios y en ese sentido estoy convencida de eso”, asegura Macarena Concha.
“Finalmente, le puse toda la pasión a Sub- Terra porque sabía que iba a dejar algo tangible en Lota e iba a generar una recuperación patrimonial. Y posteriormente cuando me metí en el mundo audiovisual todos mis proyectos que son 16 películas y 8 series de televisión, son puros proyectos que responden a eso, a la necesidad de mirarnos, de vernos de encontrarnos con nosotros mismos”, reflexiona Macarena.
“Estoy convencida que somos las personas las que tenemos la capacidad de transformarnos en motores de cambio. Claro, vienen políticas públicas y vienen elementos que son súper relevantes, pero nada de eso se activa si no hay gente movilizada. En este caso yo creo en las capacidades que podemos tener las personas muchas veces de manera individual de transformarnos en motores de cambio dentro de los ecosistemas en los que estamos”, aseguró Macarena Concha.
Y todo esto tiene que ver, según Macarena, con la vuelta en estos 20 años de cómo hacer que los territorios se movilicen y que efectivamente haya gente que valore el tema patrimonial y que quiera contar sus historias, y finalmente que los ponga en valor. Todo esto a través del capital humano.
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Patrimonio
“Yo creo que la manera de poder generar movilización efectivamente dentro de los territorios es haciendo que la gente que está y habita esos territorios sea la que se remueva en términos de su vinculación con ese lugar y se fije como propósito sacarlo adelante”, aseveró.
“Es cierto, hay muchos lugares que se han botado enteros, pero hay que observar y ver que en esos lugares no hay capital humano avanzado o simplemente ha emigrado, ya no está presente, por lo tanto ya no hay quien defienda, no hay energía por parte de la gente para poder generar defensas en estos temas”, asegura Macarena, siendo esta su motivación para volver a la zona hace 5 años.
También, añade, que “aquí hay un llamado, a generar influencia, hace unos días Rodrigo Díaz, candidato a gobernador, me contactó y yo diseñé para su gobernación regional el plan de patrimonio, cultura y economías creativas para Biobío. Dentro de ese elemento, por ejemplo, la descentralización al interior de la región y las capacidades locales para descentralizar la cultura es uno de los ejes fundamentales. Que los encargados de cultura sean especializados y no apitutados”.
La colaboración y la solidaridad
Macarena asegura que su formación en la UdeC y sobre todo en Lota, le permite ver que la colaboración y la solidaridad son pilares para el desarrollo de los territorios. Que la comunidad esté enfocada en el bien común más que en el individual.
“Hay dos cualidades que yo he desarrollado en mi vida profesional y personal, que han sido bien claves. Lo primero es que soy una persona que tiene harta visión, que con facilidad se instala cinco años para adelante y que tiene que ver con mi formación en historia, sobre procesos que son cíclicos, por lo tanto sabemos que después de una crisis vienen reencuentros y grandes transformaciones”.
“También tiene que ver con la filosofía, soy alguien que está permanentemente revisando la filosofía como una manera de encausar las cosas. Es lo que me permitió también tener visión y acelerar procesos antes de tiempo”, afirma Macarena Concha, controlando siempre los miedos.
También menciona a los amigos como la carga de energía para seguir avanzando en los desafíos.
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