Género, emprendimiento y desarrollo local rural

La crisis sanitaria y económica generada por el Covid-19 puso de manifiesto la vulnerabilidad y marginación que enfrentan las comunidades rurales en el mundo y cómo las mujeres que viven en ellas y resultan afectadas se convierten, al mismo tiempo, en las principales protagonistas e impulsoras de la sostenibilidad.

El Secretario General de la ONU, António Guterres, señaló en su mensaje por el Día Internacional de las Mujeres Rurales que:

"La pandemia de Covid-19 ha afectado a más de la mitad de las mujeres rurales del mundo, debido a las restricciones de circulación, el cierre de tiendas y mercados, y la interrupción de sus cadenas de suministro" y añadió que “es inaceptable que las mujeres rurales, que tienen un papel tan vital en el cultivo de nuestros alimentos y en el desarrollo de economías florecientes, corran riesgos durante la pandemia”.

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Las soluciones a los efectos socio-económicos y sanitarios de la pandemia por Covid-19 son complejas. Pero si algo hemos aprendido hasta ahora, es que dichas soluciones tienen que incluir a las mujeres como agentes propositivos. Apuntar a fortalecer la acción colectiva en materia de ciudadanía, desarrollo económico y sostenibilidad. Ya sea que todo esto pase por fin o tengamos que aprender de manera definitiva a vivir con ello, la “nueva normalidad”. Será mejor si se articula alrededor de la equidad de género y empoderar a las mujeres, el impulso de las capacidades locales, la conectividad digital y el trabajo colaborativo para la co-gestión del desarrollo.

Este año, junto a un equipo de profesionales altamente calificados, articulamos esfuerzos con la comunidad Las Mercedes, en el sector rural de Chaimávida, de la comuna de Concepción, para desarrollar un programa de formación en emprendimiento dirigido a mujeres, para la elaboración de productos alimenticios que aprovechen los recursos agrícolas disponibles en el entorno.

Gracias al apoyo del Fondo de Fortalecimiento de Organizaciones de Interés Público 2020 nos encontramos en plena ejecución de un proyecto que aborda los aspectos centrales de “Aprender a Emprender” e incorpora conceptos básicos de asociatividad y herramientas de planificación de negocios y comunicación digital, elementos indispensables para posicionar y vender una idea, producto o servicio.

Nuestros objetivos son fortalecer las capacidades para emprender con identidad local, incentivar el uso e integración de herramientas de negocio y comunicación digital y promover la asociatividad, el trabajo colaborativo y la participación comunitaria. Los establecimos tomando en cuenta los desafíos de Las Mercedes, que son los mismos que el mundo rural enfrenta en Chile, relacionados con la marginalización en términos de geografía, activos, recursos, empleabilidad, mercados, información, tecnología, capital y otros factores de desarrollo que no incluyen la tierra.

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La visión a mediano y largo plazo es generar un modelo en el emprendimiento asociativo y con identidad local que tenga a las mujeres como gestoras de la creatividad. Y los recursos disponibles de la comunidad para el buen vivir sostenible a nivel económico, alimentario y medio ambiental.

Esperamos que al término del proyecto, la comunidad de Las Mercedes cuente con un grupo de mujeres capacitadas en habilidades para el emprendimiento y el proceso de alimentos artesanales a partir de los recursos naturales que existen en ese entorno, que tienen una alternativa de empleabilidad y se encuentran listas para crear productos para ofrecer a la comuna de Concepción; a través de ellas, toda la comunidad está fortalecida porque se une alrededor de una actividad con sello propio que le da motor y motivo para seguir adelante como colectivo y vincularse con otras organizaciones y personas.

Y esto es sólo el principio porque, obviamente, hay mucho por hacer. En nuestra pesquisa de diagnóstico, que hicimos previo a la elaboración del proyecto, comprobamos el enorme potencial que existe en recursos naturales y talento humano en el sector Las Mercedes y Chaimávida: Variedad herbolaria, abundante fruta, huertas familiares, liderazgos sociales con respaldo popular y comunidades con un fuerte sentido de pertenencia, que desean generar alternativas que hagan uso de los recursos disponibles para aprovechar sus ventajas potenciales, generar identidad, autonomía y cohesión social, revalorizar la vida rural e integrar a sus habitantes entre sí y con otras comunidades a través de la articulación de redes de comunicación, intercambio, colaboración y apoyo mutuo.

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