Efecto colateral con esperanza

Vivimos hoy un escenario permanente de cambios, ante un virus muy contagioso, que no ha dado tregua a la población mundial como tampoco a los chilenos. La Pandemia ha afectado la salud de muchos, ha costado la vida a otros tantos y colateralmente ha generado dificultades de distinta índole: pérdida de empleos, crisis económica, se han agudizado problemáticas que llevaban tiempo instaladas en el sistema, etc. Esto ha obligado a la reorganización de los presupuestos familiares, de empresas y del Estado para ser redistribuidos y priorizados en atención a las mayores urgencias que se deben abordar.

La ciencia y la formación de capital humano avanzado es una de las áreas severamente afectadas, dado que el gobierno ha confirmado la suspensión de Becas Chile, para estudios en el extranjero.

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Ciertamente es doloroso, para quienes estaban ya aceptados en algún programa y contaban con la posibilidad de obtener el financiamiento para concretar el acceso a la educación de postgrado en el extranjero. Probablemente con el deseo de enriquecer la experiencia, actualizar conocimientos y traer de regreso a nuestro país una mirada sumamente enriquecedora, que tendrá que postergarse temporalmente.

Me gustaría animar a estos profesionales, directamente afectados a la búsqueda de oportunidades de formación, no solo a esperar, sino a buscar nuevas alternativas, otras vías de financiamiento y también a considerar los programas nacionales, ya que Becas Chile para programas de magíster y doctorado en Chile continuarán en curso. También me gustaría motivar a las personas naturales, a las Universidades y a los empresarios que se encuentren en una situación más favorable, en estos tiempos, para apoyar a los buenos profesionales de nuestro país que tienen hambre de aprender, de aportar.

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La suspensión de Becas Chile me hace recordar la película “Cadena de favores”, que bello sería que esta desafortunada noticia suscitara reacciones de generosidad. Tal vez algunos ex becarios que tuvieron la oportunidad de formarse y consolidar sus carreras de manera exitosa, pudieran dar una mano de vuelta a quienes hoy no pueden acceder a esta oportunidad. Quienes han recibido el aporte del sistema, la generosidad de muchos, tienen hoy la oportunidad de retribuir similar gesto.

Aún hay esperanza, no se rindan y persistan en tocar puertas, alguna de ellas se abrirá.

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