La torre Bismarck de Concepción
Concepción cuenta con diversos patrimonios históricos, muchos de los cuales pasan inadvertidos para la comunidad penquista. Uno de ellos se encuentra en la cima del Cerro Caracol y que simboliza la unión entre la comunidad alemana y local. Se trata de la torre Bismarck de Concepción, única en su tipo en América, que recuerda la figura del canciller del Imperio Alemán Otto Von Bismarck (1815-1898).
La génesis de la construcción de la torre Bismarck se da en las últimas décadas de la etapa decimonónica, así como en los primeros años del siglo XX. La comunidad alemana en el orbe deseaba efectuar un homenaje a uno de los artífices de la unificación alemana, Otto Von Von Bismarck. Para estos efectos se construyeron más de 240 torres en su memoria, principalmente en Alemania y en otros estados europeos y del mundo. Nuestro país no sería la excepción.
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El proyecto en Chile tuvo sus cimientos en 1917, cuando aún Alemania se encontraba en guerra. Su gestor fue el ingeniero agrónomo Arturo Junge Sahr, cuyos padres alemanes provenían de la localidad de Friedrichstadt. Producto de los lazos que forjó con la colectividad alemana en nuestro país, planificó la construcción de la torre Bismarck, como un homenaje al canciller, así como a los cientos de chilenos y alemanes caídos en la Gran Guerra.
La torre se emplazaría en un terreno de propiedad de Arturo Junge en la cima del Cerro Caracol y su diseño estuvo a cargo del arquitecto nacional Roderich von Stillfried, cuyos trabajos finalizaron a inicios del año 1921. Su inauguración se produjo el 1 de abril del citado año, fecha que se conmemora el natalicio de Otto Von Bismarck, instancia en la que asistió la comunidad penquista y representantes de la colectividad alemana local.
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Su estructura se mantuvo firme hasta el terremoto de enero de 1939, que destruyó el segundo nivel y dejó con serios daños la construcción. Durante años se mantuvo prácticamente en el abandono, siendo objeto de saqueos y vandalismo, situación que se revirtió gracias a un proceso de reconstrucción que encabezó el Club Deportivo Alemán, entre otras organizaciones.
Así entonces la torre Bismarck se transformó en un paseo obligado para las familias penquistas, lugar que nos permite reencontrarnos con un pedazo de la historia local, así como de Alemania y su aporte a nuestro país.
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