Comisión Ambiental rechazó solicitud de invalidación de permisos para ampliación de planta de lodos de Cabrero

Por votación unánime la Comisión Regional de Evaluación Ambiental del Biobío, compuesta por una decena de seremis, el Servicio de Evaluación Ambiental y el intendente, rechazó la solicitud de invalidación de los permisos concedidos a la empresa Biodiversa para construir la ampliación del galpón para encalado de lodos en el sector Membrillar de Cabrero, por lo que el proyecto sigue adelante.

Dicha solicitud la realizaron dos juntas de vecinos cercanas a la actual planta que procesa y transforma en abono aguas servidas.

Los aspectos planteados es la generación de malos olores, aumento de moscas e impacto negativo en futuras inversiones en terrenos colindantes.

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Mario Delannays, seremi de Medio Ambiente del Biobío, indicó que “en el análisis jurídico normativo no se perciben argumentos para determinar vicios invalidantes que permitieran resolver la solicitud de manera positiva, por lo tanto la votación fue unánime de rechazar la solicitud”.

Gabriela Rocha, presidenta de la Junta de Vecinos Membrillar Sur de Cabrero, dijo que “lo tomamos muy mal porque teníamos la esperanza de lograr algo acá, pero sabíamos también que era difícil, porque siempre hemos visto al SEA desde la vereda del frente, defendiendo la parte empresarial que viene a contaminar nuestros predios”.

“Siempre tenemos que lidiar con los roedores, moscas, mal olor. Uno en el campo quiere trabajar las hortalizas o estar al aire libre y eso en el verano es imposible”, añadió.

Biodiversa sigue con el proyecto

Paola Nelson, gerenta de Sustentabilidad de Biodiversa, titular del proyecto, señaló que “en sus argumentos la comisión respaldó la legalidad de nuestro permiso ambiental porque ha cumplido con todas las normas y regulaciones aplicables”.

“Lamentamos que aún persistan acciones que busquen obstaculizar un proyecto con evidentes beneficios de sostenibilidad y apego a la legalidad”, precisó la ejecutiva.

En términos prácticos, el permiso permite ampliar la actual estructura de 267 metros cuadrados en 7 metros de ancho por 18,1 metros de fondo para instalar un nuevo receptor de materia prima de lodo para aplicar cal.

Esto permitirá a la empresa pasar del procesamiento de 28 toneladas a 100 diarios, lo que aumentará el tránsito de camiones que transportan aguas servidas, pasando por lugares habitados, desde los que se reclaman malos olores.

Sin embargo, el proyecto incluye paralizar el actual recipiente, dejarlo para casos puntuales y utilizar solo la nueva construcción.

Esa estructura, avaluada en más de 400 millones de pesos, estará con un mecanismo de control de olores garantizado, explica la empresa.

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