Emprendimiento o empresa

Constantemente hablamos de emprendedores como la solución a los problemas financieros del país y como clave para el desarrollo económico local y regional. Pero realmente ¿existe un ecosistema emprendedor conectado y colaborativo que genere estabilidad, sostenibilidad y bienestar económico social? o solo hablamos de, como lo define la real académica de la lengua española, “Acometer y comenzar una obra, un negocio, un empeño, especialmente si encierran dificultad o peligro”.

Desde mi punto de vista existen muchas iniciativas y proyectos, algunos muy buenos, que pretenden apoyar el emprendimiento, pero creo necesario motivar a las personas a salir rápidamente “del peligro” que acarrea estar en un estado de “emprendimiento constante” y pasar lo más rápido posible a constituirse como empresa con una clara visión y objetivos, creyéndose el cuanto, desde la forma en que comunico las ventajas y virtudes de mi empresa hasta la definición de estrategias que nos permitan visualizar y planificar un futuro deseado y conectado desde los valores organizacionales y, por supuesto, desde el que hacer de la empresa. Debemos salir del lenguaje que nos restringe avanzar y no quedarse con que “soy emprendedor” o “tengo un emprendimiento” considerando que en realidad “soy empresario” o “tengo una empresa”.

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Empresa que tiene una organización, estructura, misión, visión, valores y objetivos comunes que permiten establecer un sistema interrelacionado donde se conocen los procesos y los recursos necesarios para entregar un producto o llevar a cabo un servicio. Se debe dibujar, conformar y estructurar desde el primer día, de tal manera de avanzar con claridad por un camino definido, con dirección y sentido.

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Todas buscan ser rentables y perdurar en el tiempo, pero para eso debo entender el entorno (político, económico, social, tecnológico, ambiental, etc.), coloquialmente “donde estoy parado”, considerando las tendencias y las “nuevas necesidades” de las personas, tanto colaboradores como de nuestros usuarios o clientes, sin olvidar la cadena de actividades que dan vida a mi empresa y el comportamiento de mis proveedores y competidores.

En definitiva, es fundamental conocer el entorno y las actividades desde el insumo hasta el consumo o uso de un producto a servicio, por lo cual es muy importante la cooperación y la integración del conocimiento empresarial y estratégico para las empresas que están iniciando la aventura de la gestión activa, hacer que las cosas sucedan, con el objeto de lograr sus metas y sueños, sin olvidar estructurar y planificar las acciones que conllevarán a la consolidación de la empresa con flexibilidad y plasticidad frente a los cambios del entorno.

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