Cadena de favores
Cadena de Favores o Pay it Forward (devolver el bien) es una película del año 2000 basada en la novela homónima de Catherine Ryan Hide, protagonizada por Haley Joel Osment, Kevin Spacey, Helen Hunt y Jon Bon Jovi. La película gira en torno a la idea de que es posible mejorar el mundo haciendo por alguien, el bien que hemos recibido de otros, uniendo las acciones de solidaridad en una cadena que se multiplica a través de un esquema piramidal.
Hay cadenas de favores y pirámides virtuosas, como la que aborda la película y otras que no lo son tanto, que llevan a la decepción o se basan en el nepotismo, la corrupción, la asociación para el perjuicio y el clientelismo.
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Vamos a hablar de las cadenas virtuosas, las que están basadas en la solidaridad, que no es igual que la caridad. La caridad se ejerce a corto plazo, deja a la persona necesitada en el mismo lugar anterior a la ayuda. La solidaridad, por el contrario, es la adhesión o apoyo a causas o intereses ajenos, especialmente en situaciones difíciles. Favorece el vínculo entre quienes se involucran en la acción solidaria.
O como dijo el escritor uruguayo Eduardo Galeano: “La caridad es humillante porque se ejerce verticalmente y desde arriba; la solidaridad es horizontal e implica respeto mutuo”.
Existen cadenas de favores que involucran a países completos, como sucede en Sudáfrica, por ejemplo. Desde el 2010, cada 18 de julio, se conmemora el Día de Nelson Mandela. Es un día feriado en el que las y los ciudadanos devuelven el bien aportado por Madiba haciendo voluntariado en sus comunidades. El resultado es que muchas organizaciones, causas, grupos y personas mejoran su situación gracias a esta acción masiva de “ devolver el bien”.
Son los momentos de crisis, la oportunidad especial para articular cadenas de favores, inspiradas en los sentimientos de empatía que se despiertan en las personas durante contextos como el que vivimos debido al Covid-19. Los medios de comunicación y las Redes Sociales se vuelven fundamentales para conocer historias que ayudan a conectar a quienes necesitan ayuda con quienes están en condiciones de proporcionarla.
Hace algunos meses nos enteramos a través de Sabes.cl del caso de J.O., una mujer embarazada que vive junto a su esposo y tres hijas en el campamento Las Algas, en los cerros de Talcahuano y necesitaba ayuda urgente. Pilar Pardo logró organizar una cadena de favores, virtuosa y eficiente, a la que me uní, junto a la Asamblea de Mujeres de Talcahuano. Trabajando en conjunto, logramos ayudar a J.O y a otras familias de Las Algas que pasaban necesidad.
Motivada por lo que habíamos logrado, lo comenté con mis cercanos. Mi hermana lo compartió con sus amigos, quienes a su vez, hablaron con empresarios de la zona. Lo supo Sole, que nos ayuda con las tareas domésticas y se lo contó a sus hermanos. Familiares y amigas del colegio se sumaron con su aporte…
El resultado es que seguimos llevando ayuda semanalmente a Las Algas, no sólo para J.O sino también para otras personas. Y en estas idas y venidas, hemos hecho amistad con ella y su familia. Fue así como supimos que su esposo sabe de carpintería, así que le estamos apoyando para que emprenda en el rubro.
J.O, por su parte, se reveló como una repostera sobresaliente. Su sueño es trabajar en su casa haciendo tortas y masas dulces a pedido. Ella se sumó a nuestra cadena de favores y hace unos días, hizo su primera donación en ayuda a una organización de migrantes. He aquí la gracia de la solidaridad: Moviliza a las personas. Si la caridad deja a quien la da y a quien la recibe en el mismo lugar, la solidaridad crea sinergia, conecta, empodera y vincula.
Nuestro país sabe mucho de caridad, pero es fundamental poner a la solidaridad en el centro de nuestra vida social. Una sociedad quebrada por la crisis económica, la emergencia sanitaria y la debilidad de las instituciones necesita reencontrarse a través de la solidaridad y sus cadenas virtuosas que no ciñen, sino que nos acercan unos a otros en la colaboración.
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Y el niño que J.O espera nacerá en septiembre, si Dios quiere. Vendrá con la primavera, con un ramo de bendiciones en sus manos, para fortalecer los sueños de sus padres y alegrar a un montón de tías y tíos de todas las comunas del Gran Concepción que piensan en él y esperan conocerlo.
La vida ha cambiado para todas y todos los que participamos en esta cadena y esto ha sido posible porque la solidaridad se ejerce para construir comunidad en base al respeto mutuo. Es la oportunidad de reconocernos en nuestra vulnerabilidad y trabajar en conjunto por la sostenibilidad de la vida.
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