Semblanza de René Castro Lorca
Hablar de un hombre y su trayectoria siempre será una tarea difícil de realizar, más aún cuando se trata de revisar la vida, obra de alguien tan cercano, con quien se compartieron tantos años en diferentes instancias y objetivos, donde fui testigo de su obra material y espiritual en su paso por este mundo, esto mismo me lleva a trazar algunas líneas como homenaje póstumo al padre, al abuelo, al amigo, al hermano.
Y es que ayer, 17 de agosto de 2020, nos dejó uno de los protagonistas más relevantes de la historia reciente de la Corporación Educacional Masónica de Concepción, el Secretario de nuestra institución, René Castro Lorca.
Nacido en Santiago, el 30 de abril de 1939, fue fruto del matrimonio de sus padres don René Castro Simms y doña Elena Lorca Ramírez, siendo el mayor de cuatro hermanos: dos hombres y dos mujeres.
Sus estudios los realizó en el Liceo de Hombres de San Bernardo hasta Tercero de Humanidades.
Luego ingresó a la Escuela Militar, recibiéndose de Subteniente en el arma de Caballería en 1958, continuando su carrera en la Escuela Politécnica Militar, donde se recibe como Ingeniero Politécnico Militar en 1964, retirándose del Ejército el año siguiente.
Tras su paso por la institución castrense, en 1965, se incorporó a trabajar en la Compañía Siderúrgica Huachipato, en particular en el Departamento de Metalurgia y Control de Calidad.
Permaneciendo en esta empresa por cerca de 40 años, donde desempeñó diversos cargos, entre ellos, el de Superintendente de Laminador de plano en caliente, labor que lo llevó a liderar la modernización del laminador de plano.
Junto a esto, integró el Directorio de CAP S.A., hasta acogerse a jubilación el año 2005.
En el ámbito familiar, contrajo matrimonio con la Sta. María Eliana Nieny Vargas, con quien tuvieron cuatro hijos: René, Carlos, Álvaro y Felipe. Con los años la familia crecería, con la llegada de los nietos, quienes llenaron su hogar y brindaron numerosas alegrías.
Fue miembro activo de la masonería, a la cual ingresó el 1963 en la Respetable Logia “Armonía” N° 76 de la ciudad de Santiago.
Más tarde, por motivo laborales, se radica en Concepción, lo que lo lleva a afiliarse a la Respetable Logia “Paz y Concordia” N° 13, iniciándose un camino y una trayectoria de entrega, de altruismo, de trabajo y acciones en beneficio de la sociedad, camino que como el mismo señalará:
“Mi vida ha sido muy feliz, llena de hermosos y placenteros recuerdos, y agradeciendo las numerosas oportunidades que se me han dado para haber desempeñado mi labor en esta querida Institución, como es la masonería”.
Su aporte permanente a la masonería lo llevó a presidir la Respetable Logia “Paz y Concordia” N°13, entre los años 1986 y 1987 y, más recientemente, fue miembro fundador, además de primer presidente de la Respetable Logia “Ignacio González Ginouvés”.
En la Masonería Escocesa ingresa el año 1984 llegando a ser coronado el año 2012 en el Grado 33°. Presidente del Comité de Estudios del Grado XXXIII° para Concepción y Arauco del año 2012 al 2016.
Su interés por la educación lo llevó a ser Director de la Corporación Educacional Masónica de Concepción, COEMCO, en los periodos 1992-1994, y desde 2008 a la fecha, cargo ad honorem donde participó como Secretario del Directorio, además de integrar las comisiones de Finanzas, Becas y Presupuestos; Infraestructura y Construcción; y Asuntos Institucionales y Culturales.
Esta misma preocupación por aportar en el ámbito de la enseñanza lo impulsó a asumir otras responsabilidades de índole educativa como Director de la Universidad de Concepción entre los años 2006 al 2010 y presidente del Directorio de la Corporación de Menores y Estudiantes de Concepción Valentín Letelier, desde el año 2003 al 2009.
Al tener la suerte de trabajar juntos en la COEMCO y de pertenecer a esta querida Institución como es la masonería, pude conocer y vivenciar su destacada labor de servidor público, que fue uno de los sellos más importantes que marcaron su vida.
Para René la honestidad y los valores del ser humano eran fundamentales, valores que los practicaba e inculcaba a los demás.
Ética y rectitud, respeto, solidaridad y fraternidad, cumplimiento del deber y amistad a toda prueba. Sentía orgullo de pertenecer a nuestra Institución, a la que le dedicó muchos años de su vida y quienes tuvimos la oportunidad de estar a su lado pudimos apreciar y querer su calidad humana.
Una irreversible enfermedad no lo acobardó, muy por el contrario, con fuerza y coraje la enfrentó y paso a paso fue entregando instrucciones, tareas y consejos a realizar.
Homenaje a este hombre y Hermano íntegro. Estas palabras simples son el reconocimiento a los altos valores e ideales que René profesó por muchos años en pos del perfeccionamiento del hombre, a su fraternal convivencia, y la praxis de valores elevados, los cuales nos deben servir de inspiración en nuestro caminar.
Maximiliano Díaz Soto
Presidente
Corporación Educacional Masónica de Concepción