Lo que la solidaridad implica en estos tiempos
En el mes de la solidaridad tenemos la oportunidad de reflexionar como sociedad lo que este concepto significa. Ser conscientes de lo que nos rodea, de los seres humanos, el medioambiente y de los animales.
¿Se imaginan como sería un mundo más solidario?, ¿qué esperaríamos de una sociedad más consciente, con sentido del colectivo? Para empezar, en tiempos de pandemia, espero que las personas, que puedan hacerlo y no tengan ninguna obligación que se los impida, se queden en su casa. Aunque “salgan con todas las medidas de protección”, siempre hay riesgo. Entender que cuidarse uno es cuidar a todas y todos, que hoy tener un trabajo es un privilegio, que no podemos tapar el sol con un dedo para no mirar a nuestro alrededor, donde hay angustia, hay dolor por la pérdida de un ser querido, hay soledad, hay hambre.
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Veo en los medios de comunicación y en las redes sociales campañas que van desde recaudar artículos de aseo, invitaciones a organizar un comedor solidario con la comunidad, hasta encontrar un nuevo empleo para una persona. No obstante, aquello, que me parece excelente y muy necesario, es importante recordar que la solidaridad es un sentimiento, una actitud y una manera de vivir permanente, que no es exclusiva de estos tiempos o de los tiempos de crisis. Quien fue solidario ayer, lo es hoy, será mañana, no tiene límite de edad, ni depende de dónde vienes, ni de tu apellido, ni de nada más que vivir con una actitud de unidad, de hermandad, con el interés común del bienestar y la construcción de una mejor sociedad.
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La empatía es sin duda una parte fundamental de solidaridad, comprender en lo cognitivo y en lo afectivo lo que significa para alguien estar en una situación. Tal como hemos visto en casos tan emblemáticos como el de Antonia, el de Ámbar y el de tantas otras, donde un país entero es capaz de manifestarse con un gesto, tan sencillo como por ejemplo colocar un símbolo de apoyo en las redes sociales. ¿Cómo se sentirá la familia de una de nuestras jóvenes que ya no están al ver millones de personas adhiriéndose a la distancia a su sentir? No les va a quitar el dolor de la pérdida, pero sí sabrán que no están solos.
Somos un país golpeado por la naturaleza, terremotos, maremotos, sistemas frontales, etc. Ahí se intensifica el sentimiento y las acciones solidarias. No esperemos una próxima pandemia ni tragedia de ningún tipo, ya que el ser humano es intrínsecamente solidario y está comprobado que al vivir acompañando al otro, valorando lo que se tiene y compartiéndolo, somos más felices. Por lo tanto, ser solidario y actuar en consecuencia, además de ser algo maravilloso para la sociedad, es un tesoro para quién lo practica.
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