A no cantar victoria

De un tiempo a esta parte parece ser que los casos de Covid-19 comienzan a descender a nivel nacional y alguna luz puede avizorarse al final del túnel. Sin embargo, en el caso de Biobío es distinto, debido a que todavía es temprano para cantar victoria y la baja sostenida en el país hace repensar que el comportamiento de la población en estas semanas será clave, a tal punto que cometer pasos en falso podría retrotraernos a momentos de mayor complejidad.

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El seremi de Salud, Héctor Muñoz, dio lineamientos en este sentido al declarar que “proyectamos mantener un promedio de 150 casos diarios, pero eso cambia si se origina un brote importante. Si eso no se cumple, tendremos que analizar si tenemos que retroceder algún paso”. Aquello hace suponer que es este el momento en que más férreamente se requiere que la población no piense que lo peor del Covid ya pasó y que no se hace necesario tomar los resguardos de los meses anteriores. La experiencia de Europa nos indica que el peligro a los rebrotes se encuentra latente y que los errores se pagan caro. Por ello, es que para no dar pasos atrás en la salida de la pandemia en Biobío la población debe mantenerse con cautela, con la promoción del autocuidado, la prevención, la responsabilidad individual y el acatamiento de las medidas sanitarias a las que ya parecemos estar meridianamente acostumbrados.

Es que, para bien o para mal, todavía persisten 1.460 casos activos y 9 mil contagios fueron producidos durante junio y julio, por lo que no es algo menor ni que considerar. El relajo que se ha visto en otros lados del mundo -al momento de que comienzan a bajar los contagios-, de no utilizar mascarillas, no tomar distancia física de otras personas y no respetar las medidas de la autoridad sanitaria, podrían traernos más de un retroceso y tanto la salud como la economía de las personas no aguanta más. Pienso que este es el momento en que mayor firmeza hay que demostrar, no aflojar ni bajar los brazos, que nos espera la ardua tarea de una recuperación económica que tendrá que afrontar el desafío de una cesantía inusitada desde el retorno a la democracia.

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Biobío, a excepción de Hualpén y San Pedro de la Paz, hasta el momento no ha necesitado declarar cuarentena ni tomar medidas más restrictivas, manteniendo una gestión de la pandemia que ha permitido estar hoy en la fase 3 del plan paso a paso del Ministerio de Salud. Por lo mismo, si queremos seguir avanzando hacia un progresivo desconfinamiento en que las personas puedan recuperar su quehacer, sus trabajos y labores, será imprescindible que el comportamiento del ciudadano de a pie acompañe en este todavía dificultoso sendero. En jerga futbolística nos encontramos en un entretiempo y vamos 2-1 arriba, pero todo futbolero sabe que este es el resultado más engañoso y puede darse vuelta en cualquier minuto ante un descuido.

El rol de la población y la colaboración con la sociedad civil será clave para no caer en medidas regresivas como las cuarentenas vistas en Santiago, Valparaíso o Antofagasta. Biobío tiene la oportunidad de salir de esta pandemia sin tener la necesidad de declarar una cuarentena estricta -y todavía más, siendo la válvula de escape de Santiago-, pero de ello depende de no cantar victoria antes de tiempo.

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