La increíble historia que unió al condenado por un crimen y la madre de la víctima para hallar al verdadero asesino
Es una historia de película; el escenario es Idaho Falls, la segunda ciudad más grande del estado de Idaho en Estados Unidos, y une a un mal condenado y la madre de la víctima para hallar al verdadero asesino de un crimen horrendo: violación con homicidio.
Todo comenzó el 1996, cuando una mujer de 18 años identificada como Angie Dodge fue encontrada en su departamento sin vida, con evidentes signos de haber sido violada y cruelmente degollada.
Esa jornada, la policía levantó muestras, las que 20 años después serían clave. "Fueron muy buenas muestras. Había una muestra clara de semen tomada directamente del cuerpo de la víctima. Una muestra muy buena. En perfil impoluto", dijo a la BBC el doctor Greg Hampikian, el principal experto en ADN que analizó el caso.
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La madre de la víctima, Carol Dodge, desde un primer minuto inició una larga carrera para obtener justicia por su hija.
En el poblado que está de paso al Parque Nacional de Yellowstone, pasa el río Snake, lugar que era frecuentado por Angie, y donde había un grupo de jóvenes, entre ellos, Christopher Tapp. Al grupo se les conocía como “las ratas del río”.
La noche del asesinato de Angie, Tapp estuvo con una mujer. Se enteró de lo sucedido al día siguiente.
En enero de 1997, siete meses después del asesinato de Angie Dodge, en el vecino estado de Nevada, el mejor amigo de Christopher Tapp, Benjamin Hobbs, fue arrestado por violar a una mujer y amenazarla con un cuchillo.
La policía, que a la fecha tenía nulos avances, encontró un punto de conexión, por lo que citó a declarar a Tapp. "Inmediatamente dije: 'Yo no sé nada. No les puedo ayudar. No tengo idea de lo que están hablando'", contó Tapp.
Los detectives le ofrecieron inmunidad total -es decir, que no iría a la cárcel- con tal de que dijera la verdad.
En tres semanas Tapp pasó por nueve interrogatorios, y más de 100 horas respondiendo preguntas. Las grabaciones del proceso revelaron una angustia del interrogado.
"Simplemente les di cualquier información que querían porque pensé que eso me sacaría de la situación", expresó Tapp a la BBC.
En definitiva Tapps dijo que su Hobbs y él estuvieron en la escena del crimen y que habían participado. Previamente las cámaras grabaron que a él los detectives le habían dicho que si no hablaba iría a la pena de muerte.
A pesar de la confesión, la muestra de ADN recogida para Hobbs y Tapp arrojó negativo. De todas maneras, el único condenado por violación y homicidio fue Tapp. En 1997 su condena fue cadena perpetua.
Una madre incansable
Durante todo el juicio, Carol Dodge miró a Tapp. Al escuchar la condena el acusado largó en llanto y alegó inocencia. Su defensa no pudo deslegitimar la confesión.
Carol Dodge, desde el día uno gestionó todo lo que estuvo a su alcance para encontrar al asesino de su hija. Su convicción era que Tapp realmente era inocente.
Tapp arriesgaba ser condenado a muerte. Desde la cárcel de alta seguridad escribió una carta a una reciente fundación creada para sacar de prisión a personas inocentes. Fue allí en que vía telefónica Carol le preguntó a Tapp si él había asesinado o conocía al autor del crimen, la respuesta fue no.
Tras una serie de gestiones, en 2009, más de una década después de la muerte de Angie, el ADN del asesino fue incluido en la base de datos nacional de crímenes, pero todavía no había coincidencias.
El caso escaló a nivel nacional. Había un inocente condenado a estar toda su vida en la cárcel por algo que no hizo. Carol Dodge, en este perigrinar contactó a CeCe Moore, una eminencia en exámenes de ADN que comprometió su ayuda.
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Ella utilizó un mecanismo nuevo; ingresó la muestra de ADN recogida a un mecanismo que establece nexos familiares. Según Moore, la persona a la que pertenece es nieto o bisnieto de un hombre llamado Clarence Ussery.
Aportó una lista de seis nombres, sin embargo, todos fueron descartados. Claramente hubo un error.
El equipo de Moore se volcó en conocer qué había pasado con un matrimonio joven de la descendencia de Ussery, que figuraba como separado. En una biblioteca de Misuri se halló el obituario de ella, y finalmente reveló un dato clave: cambió su apellido a Dripps, la que tuvo un hijo y un nieto.
Brian Leigh Dripps Sr era el nombre a indagar. El resultado de ADN arrojó coincidencias. Este hombre además en 1996 vivió frente al departamento de Angie Dodge, e incluso aparece como entrevistado a los pocos días de ocurrido el hecho.
Tras dar con su nuevo domicilio, en 2017, la policía lo arrestó y confesó haber participado en el crimen, pero no su autoría.
Tras una audicencia el 22 de marzo de 2017 Tapp recuperó su libertad luego de 20 años en la cárcel.
"Quiero probarles a todos que puedo ser alguien y hacer algo bien", declaró. "Agradezco todo el tiempo y energía que Carol me ha dado para ayudarme a llegar hasta aquí"dijo a la prensa cuando salió.
Los primeros días de este mes la Justicia estado unidense exoneró de todos los cargos que aparecían en el extracto de antecedentes de Tapp. En tanto, Dripps, en junio de 2021 será sometido a juicio, oportunidad en la que se espera conocer qué pasó la noche que asesinaron y violaron a Angie Dodge.