Deportista asesinó a golpes a hombre que lo engañó con perfil falso en Tinder

Hace unos días escuchaba una pregunta que llamó mi atención y que en esta oportunidad me interesaría compartir y reflexionar para luego pasar a algunas recomendaciones. La pregunta es la siguiente:

¿Le darías permiso a tu hijo o hija para ir solo a un parque de diversiones muy popular al que van todos los niños y jóvenes; pero que tiene algunos juegos dañinos y que es frecuentado por muchas personas peligrosas? Lo más probable es que con estos datos la respuesta inmediata sea que no.

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Ampliemos éste análisis y revisemos la siguiente situación. Si pese a que le dices que no, tu hijo o hija insiste, porque es un lugar divertido, le gusta y todos van, entonces se las ingenia, busca la manera de evadir tu control y asiste a pesar de tu negativa. ¿Qué harías? Lo más probables es que te molestes y propongas un castigo o alguna consecuencia que le deje claro que no corresponde lo que hizo.

Algo similar ocurre cuando hablamos del acceso que tienen los niños y adolescentes al uso de Internet o tecnologías, sabemos que hay cosas dañinas, como es el caso de cierta información inadecuada, su uso excesivo o personas peligrosas, pero, aún así, dejamos a nuestros niños y niñas solos, por largos períodos de tiempo y en muchos casos, sin supervisión.

Entonces, frente a esta realidad ¿qué podemos hacer? Porque nos guste o no, prohibir no es la opción; Internet y las tecnologías, más aún en contextos de pandemia, están al alcance de todos y son cada vez más necesarias.

Hay que dejar algunas cosas claras, primero, tienes que conocer el lugar donde están tus hijos y qué hacen cuando utilizan tecnologías. Investiga, conoce sus plataformas o juegos, aprende a utilizar los dispositivos electrónicos y virtuales, y si no lo logras hacer de manera autónoma, pregúntale, dile que te cuente y comparte con él o ella su pasatiempo, aunque sea por periodos breves.

Enséñale a descubrir los peligros y muéstrale como poder abordarlos, dale la confianza para que te cuente las cosas que le pasan, sus alegrías, pero también sus frustraciones y errores. Que sepa que te puedes molestar, pero que principalmente intentarás entender, acoger y enseñar, porque de las cosas negativas también se aprende, pero por sobre todo, déjale claro que cualquier cosa que pase no afectará el cariño que le tienes.

Ayuda a tus hijos a formar hábitos; enseñarles a regular sus tiempos y a seguir reglas es parte importante de su formación para el futuro. Estudiar, por ejemplo, es un hábito complejo que te aseguro que es mucho más fácil cuando se han instaurado hábitos simples como lo es seguir y respetar horarios.

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Por último, ayúdale a comprender que fuera de las pantallas estas tú, que le necesitas y que su presencia es importante para ti y para las personas que le rodean, involucra a tus hijos e hijas en actividades familiares, desde labores de casa hasta panoramas de entretención.

Las personas necesitamos conectarnos y muchas veces los niños, niñas y adolescentes, encuentran vínculos virtuales más relevantes que los presenciales o incluso de los que debería tener con su propia familia, pon atención a eso.

No podemos negar el gran aporte que ha significado Internet y las nuevas tecnologías, pero del buen uso y supervisión de estas, depende gran parte del bienestar de niños, niñas y adolescentes.

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