El cuidado auditivo en el invierno

Todos tenemos el ingrato recuerdo de haber sufrido en alguna ocasión de dolor de oídos por una otitis, la inflamación del oído que ocurre cuando se acumulan mucosidades al interior del oído medio, producto de una mala ventilación de la trompa de Eustaquio, estructura que tiene por función ventilar la cavidad del oído medio, equilibrar la presión y drenar mucosidades. Cuando llegan los resfríos de invierno la trompa se obstruye provocando la infección e inflamación del oído.

La otitis es más frecuente en bebés y niños, ya que la trompa de Eustaquio es más angosta y se bloquea con mayor facilidad. Esto genera dolor intenso en el oído, ante el cual los bebes podrían tener reacciones como alta irritabilidad, llanto al tocarse con frecuencia la oreja, además de presentar un cuadro febril. En el caso de los niños se puede levantar sospecha también cuando están resfriados y escuchan la televisión un poco más fuerte de lo normal, ya que la otitis genera una hipoacusia leve de carácter transitorio.

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Algunos factores de riesgo de la inflamación del oído son: alergias respiratorias, aumento de la mucosidad y saliva durante la aparición de las primeras piezas dentarias y agrandamiento de adenoides, beber líquidos en vaso o mamadera estando en posición boca arriba.

Como es difícil de salir del hogar en este tiempo es recomendable manejar los riesgos, mantener bien tratadas las alergias respiratorias, resguardar que la ingesta de líquidos se lleve a cabo en posición sentado(a), si ya están resfriados tratar de que duerman un poco más sentados para liberar la presión de la trompa de Eustaquio producto de la acumulación de mucosidad en ese lugar y buscar atención médica en línea primero.

Las otitis pueden tener como consecuencia una pérdida de audición leve, que pasará en la medida en que el resfrío u otra causa sean tratados, sin embargo, si las otitis continúan repitiéndose es muy importante la revisión de los oídos por un médico para revisar la membrana timpánica, manejar las variables que están haciendo que el cuadro se repita e ir controlando también la audición, ya que, al hacerse crónicas, pueden terminar en una hipoacusia permanente.

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La hipoacusia permanente, aunque sea de grado leve puede generar repercusiones en la adquisición del lenguaje que está desarrollándose de manera explosiva en el periodo crítico entre los 0 y 3 años. Por esto la recomendación es no postergar la evaluación auditiva, al menos para descartar hipoacusias más severas. Durante el periodo crítico del desarrollo está indicada la evaluación por medio de un examen de emisiones otoacústicas que puede ser realizado por un fonoaudiólogo u otro profesional afín al área del estudio de la audición.

Existen profesionales que realizan este examen a domicilio que podría ser más recomendable en este tiempo de pandemia, de frío y humedad. Además, es una evaluación codificada, de manera que puede ser reembolsado por isapre y FONASA, siempre y cuando se cuente con la orden médica respectiva.

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