Inmunoterapia a domicilio: El tratamiento para el cáncer durante la pandemia
Hoy en día, a raíz de la crisis sanitaria producida por el Covid-19, la realidad de cada persona ha visto numerosos y significativos cambios en su rutina de vida, incluyendo a los pacientes de cáncer.
Recordemos que esta enfermedad continúa siendo la segunda causa de muerte en el país, con más del 26% ellas, y con más de 50 mil chilenos que enferman cada año, falleciendo la mitad de ellos.
Al respecto, el Doctor Ider Rivadeneira, director médico de Recell, nos cuenta que tanto el cáncer y el Covid-19 comparten el mismo grupo de alto riesgo, los mayores de 65 años, motivo por el cual, todas las medidas de aislamiento social y cuarentena, buscan precisamente evitar la exposición de este grupo de pacientes a focos de contagio, reducir la carga viral asimilada y mejorar así el pronóstico de cada paciente.
En Chile, al igual que en la mayoría de los países del continente, miles de pacientes han visto pausados sus tratamientos convencionales (quimio, radioterapia y/o cirugía), sin saber hasta cuándo seguirán así.
Es decir, el paciente puede verse enfrentado a aceptar distintas postergaciones, por falta de horas, cierre de unidades, suspensión de cirugías, ausencia de profesionales, etc. Pero el cáncer continúa su avance por el cuerpo del paciente afectado.
“No olvidemos que el tratamiento contra el cáncer no da pausas y cada complicación que aparezca en el paciente, puede obligar a suspender posibles tratamientos”, comenta el Dr. José Carlos Castillo, Director Internacional de Biogénica.
Inmunoterapia domiciliaria en tiempos de pandemia
Es precisamente aquí, en la búsqueda de valiosas y oportunas opciones terapéuticas, donde destaca el avance biotecnológico que representa la inmunoterapia personalizada.
Debido a lo anterior, esta terapia se puede aplicar a domicilio de forma segura y eficaz, por personal debidamente calificado, evitando que los pacientes oncológicos rompan el resguardo en su hogar.
Sin embargo, según señala el Dr. Ramón Gutiérrez, patólogo y oncólogo molecular, CEO de Oncocit-USA:
“Es necesario tener presente que esta posibilidad que otorga la inmunoterapia adoptiva personalizada, debe diferenciarse de otros tipos de inmunoterapia carentes de debido soporte científico (tales como inmunoterapias con insectos, tóxicos, bacterias u otras) o aquellas que cuentan con registro farmacológico pero se asocian a mayor número e intensidad de reacciones adversas (citoquinas, inhibidores de checkpoint, tratamientos diana, inhibidores angiogénicos, anticuerpos monoclonales, etc)”.
Cabe destacar que el año 2011, la inmunoterapia adoptiva fue merecedora de un premio y en 2010 fue aprobada por la FDA (Food and Drug Administration: Administración de Medicamentos y Alimentos).
Este tratamiento es desarrollado en más de 50 centros, en 25 países. Superando por tanto los estudios fase 4 respecto a su seguridad y efectividad y hoy los principales estudios solo se enfocan para precisar cuáles son las principales combinaciones que pueden incluirla, junto a quimioterapia, radioterapia y otras inmunoterapias moleculares, para obtener el mejor resultado, para distintos tipos de cáncer.
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