Dime en lo que te enfocas y te diré cómo te sientes
Por estos días estamos viviendo quizás uno de los momentos más difíciles que nos ha tocado vivir como sociedad. Vemos constantemente en todos los medios, una escalada de noticias desoladoras, las que desafían crecientemente nuestra salud mental.
La paradoja es la siguiente: Nuestro organismo es un sistema complejo. Nuestra salud y bienestar resulta de nuestro equilibrio físico, mental y emocional. Cada vez que sentimos emociones desempoderantes, nuestros pensamientos e ideas sobre el futuro se alinean con el miedo, la ansiedad, la angustia y por lo general varias de esas ideas que comenzamos a tener, se relacionan con cosas que están fuera de nuestro control. Todo esto, evidentemente nos deprime emocionalmente, pero como es de esperar, se deprimen también nuestras defensas. Tener miedo y empezar a vivir con miedo y ansiedad no necesariamente nos va a volver más precavidos, muy por el contrario. El constante estado de alerta, afecta nuestra capacidad de discriminar, discernir y comenzamos a perder libertar para desconectarnos cuando así lo necesitamos.
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Pero ¿cómo sostener cierta calidad de vida en medio de una pandemia sanitaria, económica y social?
revisemos algunas herramientas prácticas pueden ayudarnos:
Primero que todo, debes saber que, en aquello que te enfocas se amplifica. Por lo tanto ¿Dónde tienes puesta tu atención?
El foco es aquello a lo que estamos atendiendo en una situación o en cualquier contexto. Coloquialmente podemos describirlo como enfocarnos en "el vaso medio lleno o medio vacío". Aunque parezca que hay quienes tienen una habilidad innata para ser positivos y concentrarse en las oportunidades, esto puede obtenerse con entrenamiento y un poco de esfuerzo (tal como entrenamos nuestro cuerpo con ejercicio físico, podemos hacerlo con nuestra atención).
Puede resultar muy tentador revisar twitter varias veces al día, leer las noticias a través de una aplicación, la radio o la tv. Sin embargo, mantener nuestra atención exclusivamente en el avance de una pandemia, difícilmente nos mantendrá armonizados.
Hay quienes no pueden escapar de los datos y los recuentos epidemiológicos por su trabajo u otras razones. Pero no estamos bajo esa situación la gran mayoría de los mortales.
Si no sabes en qué más te puedes enfocar en casa, en tu trabajo o en la situación que te encuentres: esfuérzate por reconocer un horizonte inspirador para ti. Si se te hace muy difícil reconocerlo, entonces deja de pensar en ti y mira alrededor alguien que pueda necesitar una mano, tu ayuda o simplemente tu atención.
Por consecuencia, en lo que te enfocas, tiene un significado. Éste puede ser positivo o negativo para ti. Cuando es positivo, sientes emociones que te permiten experimentar un estado de bienestar, elevación, inspiración, que desencadenan en tu fisiología (cuerpo) energía, secretamos ciertos neutrotrasmisores que nos impulsan al movimiento y la acción, obteniendo motivación para iniciar el proyecto que tenemos pausado hace años, que nos impulsa a hacer el cambio de hábitos que siempre habíamos intentado – pero nunca realizado, etc. Podemos decidir, aún cuándo estemos transitando ésta situación mundial.
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¿En qué te enfocas?
¿Qué significado le das?
¿Qué vas a hacer con eso?
Hay quienes creen que no hay nada de la situación actual que pueda considerarse desde un punto de vista "vaso medio lleno", sin embargo revisemos todas las emisiones de CO2 que hemos dejado de contaminar durante éste 2020 a nivel mundial, o pensemos en cómo hemos vuelto a significar el valor de nuestros vínculos afectivos, cómo ha crecido la cuota de adopción de animales callejeros y lo bello que es poder apreciar el cambio de la luz solar durante el día en nuestra propia casa, hasta antes del Covid-19, una escena oculta a nosotros mismos.
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