Decreto 67/2018: Se abren las puertas para la evaluación formativa
Durante años nos han mencionado la necesidad de incluir la evaluación formativa como una actividad inherente al proceso de enseñanza aprendizaje con el objetivo de asegurar el monitoreo permanente del avance de los estudiantes.
Si bien, esta declaración de buenas intenciones es compartida por todos los actores educativos, no es novedad mencionar que el tiempo dedicado a las calificaciones resulta más excesivo que cualquier actividad distinta a esta, se puede convertir en un verdadero dolor de cabeza para los profesores y profesoras, quienes con mucho esfuerzo logran alcanzar el número de calificaciones asignadas a su asignatura.
Esta problemática repercute negativamente tanto en docentes, estudiantes y apoderados.
Los profesores se ven agobiados por cumplir con las exigencias de cada asignatura; los estudiantes se concentran en estudiar, en muchas ocasiones, solo para conseguir una calificación; y como acto reflejo, los padres se preocupan excesivamente por cuestiones poco relevantes, como por ejemplo, el lugar que ocupan sus hijos en los distintos ranking elaborados por los establecimientos.
Como luz de mejora a esta situación nace el decreto 67/2018 de Evaluación, Calificación y Promoción Escolar, el que busca aminorar la intransigencia burocrática, dejando espacio para que los docentes determinen, entre otras cosas, la cantidad de calificaciones de las asignaturas como el resultado de una reflexión pedagógica y no como un número predefinido carente muchas veces de toda lógica.
Esto permite abrir las puertas a la evaluación formativa, pero abrirlas de verdad, con el espacio que se requiere para generar actividades diversificadas y contextualizadas que contemplen el colectivo de estudiantes con sus características, habilidades y necesidades personales.
Como consecuencia de la puesta en marcha del decreto se inicia un nuevo desafío para los y las docentes, capacitarse para conocer la mayor cantidad de estrategias evaluativas posibles, con el objetivo de poder variar los diseños de clases y permitir que todos los estudiantes puedan demostrar en algún momento del año escolar aquello que aprendieron a través de su mejor habilidad.
En especial en este período de contingencia sanitaria en que la educación se volcará progresivamente en recursos tecnológicos y didácticos.
Este desafío lo asumimos en la Universidad de Concepción con el diploma “Evaluación Formativa: de la Calificación a la Evaluación”, trabajando hace dos años en la capacitación de los primeros 70 docentes de la Región del Biobío en herramientas tecnológicas y profundizando en una amplia batería de estrategias en evaluación formativa, para asegurar una adecuada transición hacia nuevos enfoques evaluativos y el decreto que los sustenta.
El diploma en Evaluación Formativa: de la Calificación a la Evaluación en modalidad B-learning, se encuentra en proceso de admisión 2020.
Puedes encontrar toda la información académica en el sitio en el sitio web www.formacionpermanente.udec.cl y solicitándola al correo formacionpermanente@udec.cl.