Hay esperanza
Fotografía:

Hay esperanza


Por Redacción Sabes | 29 Marzo 2020 23:48
COMPARTIR

El mundo ha tenido muchas pandemias a través de la historia, las más importantes por su huella mortífera en la población son la viruela, el sarampión y la fiebre española, dejando en su paso 300, 200 y casi 100 millones de muertes respectivamente. Otras enfermedades tales como la peste negra, el VIH, el tifus, el cólera, también han impactado con muertes y costos millonarios, avanzando por todos los continentes. Algunas enfermedades se han erradicado, como la viruela, pero otras están presentes y continúan ocasionando muerte.

Aunque hoy la ciencia, la tecnología y diversas áreas de desarrollo de la humanidad, permiten responder ágilmente a las adversidades, tomar decisiones frente a las catástrofes climáticas, accidentes geográficos, maremotos, terremotos o incendios, e incluso en muchos casos es posible predecir con un poco de tiempo lo que se avecina, siempre está presente la vulnerabilidad humana ante la naturaleza de los hechos ya que no es posible manejar todas las variables. Mucho se puede cuantificar, pero no sabemos inmediatamente el alcance emocional, sanitario, social, político y económico que pueden tener los desastres, tampoco como va a reaccionar la población y cómo van a afectar las noticias, tanto verdaderas y falsas, que se propagan a través de las redes sociales.

Lee también: Escuchar el silencio

Los gobiernos intentan tomar medidas que puedan controlar de algún modo el escenario poco favorable y las personas debemos contribuir de la mejor manera apoyando las medidas y favoreciendo las cosas que deben seguir funcionando; alguien debe atender en los hospitales, las farmacias, los supermercados, muchos tienen que trabajar para que podamos seguir adelante y retomemos la normalidad muy pronto, y a todos ellos debemos agradecer.

Te interesará: La madre de todas las batallas

El Covid 19 nos ha puesto a prueba y aunque aún nadie sabe cómo va a evolucionar y la incertidumbre aumenta por la falta de información, podemos aprovechar de meditar sobre la vida que llevamos, evaluar si será necesario pasar tantas horas en el trabajo, revisar la eficiencia de nuestras acciones, evaluar nuestros traslados diarios, el consumo de energía, nuestro aporte a la sociedad y el compromiso con el planeta; nuestras horas de conexión a los aparatos electrónicos, la manera de realizar transacciones, nuestra forma de alimentarnos, nuestro afán por vencer algunos aspectos del medio natural. Deberían surgir nuevas propuestas para hacer un buen mundo, para aportar positivamente a la sociedad, con tolerancia, pensando en que somos parte de un todo que lo integran personas, animales, vegetales y millones de organismos vivos con los que debemos estar en equilibrio para que nuestro sistema siga funcionando y la vida sea posible.

Quizás estos días también sirvan para que nuestros líderes, autoridades y todos aquellos representantes de los distintos estamentos del país, puedan reflexionar sobre cómo hacer un Chile mejor, más equitativo, con menos violencia, más tolerancia, más preparado, más educado y sólido, considerando que hay imponderables que pueden hacernos olvidar de nuestras necesidades y postergar nuestras aspiraciones individuales. La naturaleza se encargará cada cierto tiempo para que nos detengamos a pensar en lo esencial. 

Las opiniones vertidas en esta sección son de exclusiva responsabilidad de quien las emite y no representan necesariamente el pensamiento de www.sabes.cl El Diario Digital del Gran Concepción.

ETIQUETAS: