Nuevos tiempos en educación superior

Tal vez imaginaron que el ingreso a la etapa universitaria iniciaría como cada año. Esta generación ha tenido que enfrentar un proceso de selección lleno de contingencias, cambios, aplazamientos, etc., y, las cosas no se normalizaron desde entonces, ya que en pleno estallido social llegó el coronavirus y junto con este la modalidad de aprendizaje 100% online. La generación Z, nacidos en 1997 y 2012, es la más preparada para esto, nacieron hablando el idioma de la digitalización y por tanto la educación en línea no es algo que debiera asustarlos(as).

Ya sea enseñanza en tiempo real/sincrónica, como asincrónica, es recomendable tener una buena organización del tiempo e ir revisando cada asignatura en los horarios previamente establecidos para las clases presenciales. Al margen de lo anterior es de suma relevancia que sean protagonistas de su proceso universitario y que además de atender a sus clases virtuales, busquen formas de relacionamiento a distancia con sus compañeros de curso, aquellos con los que compartirán 5 años.

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Esta es una excelente oportunidad para desplegar todos los talentos frente a la contingencia, para que decir de los profesores, los de las generaciones “baby boom” (1946 – 1964), “millennials” (1981 – 1996) y “Z”. Quienes nacieron en la época del “baby boom” podrían estar luchando con el proceso se enseñanza-aprendizaje en línea, sin embargo, con el apoyo de robustas plataformas digitales y una inducción de buena calidad, seguro se pondrán al día.

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Un aspecto importante de la educación online es resguardar la interacción. A veces los estudiantes son reticentes a activar la cámara web, se sienten avergonzados y es positivo superar esa barrera, así como también atreverse a opinar, a escribir en foros y dar feedback a los docentes, de manera que todos los actores relevantes de la formación tengan un rol activo.

En Chile la educación a distancia está en desarrollo y por eso existen también prejuicios con los que debemos trabajar. Es necesario enfocarse en la calidad y entender que para alcanzarla se requiere apertura hacia nuevas metodologías activas y propiciar actividades que fortalezcan el vínculo a distancia, clave para el aprendizaje.

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