¡Protejamos la lactancia!
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¡Protejamos la lactancia!


Por Andrés Espinoza | 19 Febrero 2020 23:00
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En mayo pasado se aprobó la que establece las medidas de protección a la lactancia materna y su ejercicio y cuyos objetivos principales son: 1) Reconocer el valor fundamental de la maternidad y del derecho a la lactancia materna, como un derecho de la niñez 2) Consagrar el derecho de la niñez al acceso a la leche humana y el derecho de las madres a amamantar libremente a sus hijos e hijas. Y 3) Garantizar el libre ejercicio de la lactancia materna y del amamantamiento libre, sancionando cualquier discriminación arbitraria que cause privación, perturbación o amenaza a estos derechos.

Me pregunto, ¿estamos cumpliendo como sociedad con algo tan básico como la  alimentación adecuada de nuestros lactantes? o ¿Estamos fomentando el vínculo emocional (que sabemos tendrá repercusiones por el resto de su vida) de la diada?

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En la vida cotidiana, al terminar el postnatal de casi 6 meses las madres se ven en la obligación de volver a su rutina de trabajo, sin embargo, con un hijo esto conlleva una serie de acomodaciones que tienen que hacer la madre y el bebé, en primera instancia muchas veces la hora de lactancia legal, que se acuerda con el empleador, tiene lugar al inicio o al final de la jornada, ya que muchas veces el hogar o sala cuna se encuentran lejos del lugar de trabajo. Al tiempo destinado al momento de la lactancia se requiere sumar el tiempo de traslado y ello complicar al empleador y al empleado, lo que dificulta ir a medio día a amamantar a su bebe (como sería lo adecuado). Esta mamá debe dejar leche en mamadera, sin embargo, es frecuente que el niño genere rechazos a estos elementos y se queda sin alimentarse hasta que la mamá vuelve a casa.

¿Qué pasa con una mujer que está produciendo leche en el trabajo? Obviamente se la tiene que extraer, entonces pregunto, ¿existen lugares apropiados para ello en el lugar de trabajo? La realidad es que pocas veces, y por tanto la madre se ve en la necesidad de acudir al baño o alguna sala que carece de privacidad, higiene y comodidad. Cuando la madre se extrae leche el reflejo de eyección se demora más en ocurrir que cuando el niño o niña toma el pecho, por lo que es normal que se demore en salir la leche de forma inicial, para favorecerlo, se recomienda tener pensamientos gratos en relación al niño o niña; y claramente esto no ocurrirá en un baño, y ¿Dónde queda esa leche? O ¿Cómo se transporta?, la realidad es que muchas veces se pierde porque no están los medios para poder preservarla y almacenarla correctamente. Si la leche no se extrae la madre cae en riesgo de tener la tan temida “mastitis”, infección a la glándula mamaria tremendamente dolorosa y que pone en riesgo mantener la lactancia materna hasta los 2 años como recomienda la OMS, que es lo mínimo para que el niño adquiera la protección contra enfermedades y un óptimo desarrollo.

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Para poder desarrollarnos como sociedad, tenemos que trabajar por la lactancia, y para ello lo más importante es que la madre sepa que puede continuarla si ella y su hijo/a así lo desean, sin miedo a las circunstancias laborales.

El país necesita autoridades comprometidas con el desarrollo de los niños, dando las facilidades para que las madres puedan cumplir todos sus roles, y que esto sea visto como un aporte al desarrollo integral de nuestros niños y sociedad. No es suficiente el cumplimiento de un marco legal, es nuestro deber adquirir un compromiso humano, por lo  que hago un llamado a todos y todas para que protejamos la lactancia materna y sus protagonistas; madre e hijo(a) desde el rol que nos competa. Que construyamos entre todos un país más justo en que las madres y padres trabajadores no sientan temor de ejercer su paternidad y maternidad al máximo de su potencial, resguardando el tiempo y el espacio necesario para ello.

Las opiniones vertidas en esta sección son de exclusiva responsabilidad de quien las emite y no representan necesariamente el pensamiento de www.sabes.cl El Diario Digital del Gran Concepción.

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