¿MOP gate nuevamente?
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¿MOP gate nuevamente?


Por Sergio Fuentes | 18 Febrero 2020 10:58
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- Si usted recuerda del mop gate, entonces con toda seguridad no se sorprende por lo que ocurre en el “Hasbungate”.

Es que después de tantos años la corrupción pareciera no dar tregua y la única lectura mas o menos razonable, es que al Ministerio de Obras Públicas (MOP) y a todo lo que tiene que ver con las obras públicas, le siguen pegando con todo.

Si los caminos , los puentes y las veredas hablarán, la percepción de corrupción crecería de una forma importante.

Solo para refrescar la memoria, un par de casos locales .

Ya nos olvidamos del estadio Ester Roa dónde la Contraloría demostró que hubo pago de sobreprecios. La obra que partió en 13 mil millones terminó en 34 mil y lo anecdótico es que a pesar que el municipio defendió a brazo partido no solo la obra, sino a la empresa, finalmente al ser demandada, presentó una contrademanda exigiendo la devolución de toda la partida de butacas (mas de 3100 millones de pesos cobrados a un 500% por sobre el valor de mercado) por no cumplir esa partida la calidad requerida.

Pagadas a precio de sofá de cuero y sin cumplir los famosos estándares FIFA , las butacas se decoloraron y perdieron brillo.

Mas fresco está el caso “veredas Chacabuco” que debe ser como lo más típico de una obra pública. La empresa gana una licitación, no termina la obra , se cobran algunas boletas de garantía y luego se readjudica a una nueva empresa que termina cobrando uno ojo de la cara, usando como argumento que lo construido por la anterior casi no sirve. Y los transeúntes muy bien gracias.

Otro caso muy poco conocido, salvo por los accidentes que sufrieron decenas de niños por las pésimas instalaciones, fue la remodelación del parque Laguna Redonda.

Por 2100 millones de pesos se licitó la obra, pero por una extraña circunstancia se terminó pagando más de 2500 millones. ¿Que ocurrió, se preguntarán?.

El Gobierno Regional (GORE) , que era quién financiaba la obra, decidió incumplir las bases después de estar adjudicada la obra. Eliminó el anticipo del 10% que se había informado originalmente se entregaría,  logrando así, que quién ofreció el precio más bajo se retirara de la obra y  el municipio procedió a asignar al segundo que postulaba con 400 millones de pesos más.

No dar 200 millones de anticipo le costó al estado más de 400 millones. ¿Alguien defendió los recursos fiscales en este caso? Claramente nadie. Investigado el caso, se demostró que el GORE contaba con los 200 millones para dar el anticipo.

¿ Algún responsable?

Puedo estar todo el día escribiendo y describiendo casos y con toda seguridad muchos de los lectores tendrán otros que contar. Porque lo que ocurre en la Araucanía y que está siendo destapado por el “Hasbungate”, es lo que se repite en todo el pais.

Todos estos no son casos aislados, son la norma. Y no es solo en las obras publicas ya que es común ver “mecanismos” en muchos otros rubros de las compras públicas.

Con un estado que gasta mas de 75.000 millones de dólares al año va siendo hora que todo esto se tome realmente en serio, se compre y se contrate como corresponde y se logren los ahorros que están a la vista. No podemos seguir despilfarrando y menos permitiendo que nos roben a vista y paciencia de todos. Se requiere mejores leyes, mejor control y mayores sanciones; y todo eso se puede hacer si realmente lo exigimos.

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