Justiciasocial, igualdad de oportunidades, dignidad, respeto, reparación son algunas delas palabras que vienen a mi mente al pensar en el Chile que anhelo.
Aya casi 3 meses del denominado “estallido social”, siento angustia por vermi país como está con medidasgubernamentales que no han sido suficientes ni han estado a la altura de lo quela ciudadanía solicita o espera. Una clase política desgastada, deslegitimizaday desconectada de la realidad que nos aqueja hace ya más de 30 años y con laque debemos convivir diariamente. Aquí hago el punto, que no es el actualgobierno a quien sindican de culpable, la causa es la dejación e indolencia políticade todos los gobiernos desde que volvió la democracia al país.
Losciviles también tenemos nuestro apartado; no la justifico, pero la violencia que ha inundado nuestro vivir yactuar es a mi parecer, el hastío de lagente ante las injusticias e inacción dequienes gobiernan y se encuentran desconectados de larealidad.
Constantemente me pregunto si es la Constitución la salida a las demandas ciudadanas (o reclamo institucional) o simplemente bastaría con modificar las leyes. Sin embargo, los entendidos indican que es imperioso modificar este marco regulatorio para darle paso a nuevas y mejoradas leyes en pro de los ciudadanos, el país, recursos naturales, entre otros, y asimismo, resguardando siempre los derechos, libertades e igualdades de los ciudadanos.
Anhelo un Chile en donde todos contemos. Por eso me parece insólito y nodeja de violentarme, la discusión que tiene el Senado sobre la paridad, cupospara pueblos originarios y minorías. Si bien es entendible las barrerasculturales, sociales y estructurales estos factores nos motivan a hacer unainclusión real.
Estahoja en blanco que sería la nueva Constitución, en caso de ser aprobada, debeser elaborada con una participación de todos los actores actores políticos(preparados), sociales y civiles; dondese promueva la equidad en todo ámbito. Partiendo de la base que los temas de género no seaalgo que se tenga debatir ni cuestionar, sino algo innato que esté en elinconsciente colectivo, que la educación cívica, el respeto, el progreso país y personal sean las bases ymotores que mueven a los seres humanos y rijan nuestro país, no para alcanzaríndices favorables en la OCDE, sino para hacerlo un lugar de paz, en dondepodamos convivir sin rencores sociales.
Espero que este proceso nos entregue los espacios para hablar sin temor al decir o pensar distinto y podamos escucharnos con respeto, en donde todos tengamos las mismas oportunidades, dignidad y justicia social para nuestros NNYA, adultos mayores y minorías sexuales/ étnicas. Eso y mucho más es el Chile que quiero para mí, para mi hijo y para todos a quienes viven en este país y así como para los que llegan buscando una vida mejor.