Incendios: Gobernadores preocupados por lentitud en reconstrucción y baja habitabilidad de viviendas
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Incendios: Gobernadores preocupados por lentitud en reconstrucción y baja habitabilidad de viviendas


Por Andrés Espinoza | 11 Agosto 2019 22:13
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La comunidad sorda es una minoría lingüística y sociocultural, siendo la lengua de señas su medio natural de comunicación, además de elemento cultural más significativo.

Tiene la particularidad de ser ágrafa –no se escribe- por lo que no existen muchos registros de historias, relatos, anécdotas ni elementos que conforman su tejido cultural.

Por esto, un grupo de profesionales penquistas decidió investigar y visibilizar no solo las historias de esta comunidad, sino que también, sus necesidades y proyecciones

Valeria Campos, directora del proyecto e investigadora de Fundación Kimntrum, dijo que “la cultura sorda es rica, pero en la actualidad forma una comunidad autocontenida, por lo que corre el riesgo de que su patrimonio histórico cultural sea olvidado”.

El resultado de este trabajo, desarrollado por Campos junto a Ricardo Cartes, Katherine Caorsi, Lorenzo Flores, Gabriela Varas y Tomás Varnet, es un libro titulado “También existimos: Rescatando la cultura sorda”.

Se destaca por su gran visualidad, entre fotografías históricas y recortes de diario. “Una buena parte de la comunidad sorda no ha tenido acceso a la lectoescritura, por lo que su diseño se orienta a ellos y ellas”, agregó Campos.

El libro y sus historias

Entre sus páginas, lectores y lectoras podrán conocer el abecedario antiguo y el actual, los principales hitos de la comunidad sorda penquista, además de relatos de unión y solidaridad.

“Un grupo de amigos sordos se encontraba conversando en el mercado de Talcahuano, cuando se les acercó un niño. Se trataba de un niño sordo que se vio atraído por la lengua de señas. Al verlo, naturalmente sintieron una conexión y lo invitaron a compartir. Ese día ya no anduvo ni descalzo ni solo… era uno más de entre ellos”, recoge una de sus historias.

Discriminación

También narra la discriminación a las que se le sometía y cómo la sociedad ha ido lentamente evolucionando.

Un adulto sordo cuenta que “en el Colegio Biobío antes no ocupaban señas los profesores, o sea, te escribían en la pizarra y era un poquito lo que usaban y nosotros calladitos. Cuando salíamos al patio, hablábamos señas, pero entrábamos a la sala y ellos te obligaban a no usar señas, a no conversar, a escribir solamente. Ahora ya terminaron los castigos físicos por usar señas, ahora dejan que los niños puedan usar las dos cosas”.

La obra, que contó con financiamiento de Fondart, tendrá un doble lanzamiento: primero, este lunes 12 de agosto en la Biblioteca Municipal de Concepción, a las 18:00 horas; mientras que el segundo evento se realizará el martes 13 de agosto en la Biblioteca Viva Biobío, a las 18:30 horas.

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