La comunidad sordaes una minoría lingüística y sociocultural, siendo la lengua deseñas su medio natural de comunicación, además de elementocultural más significativo.
Tiene laparticularidad de ser ágrafa –no se escribe- por lo que no existenmuchos registros de historias, relatos, anécdotas ni elementos queconforman su tejido cultural.
Por esto, un grupode profesionales penquistas decidió investigar y visibilizar no sololas historias de esta comunidad, sino que también, sus necesidades yproyecciones
Valeria Campos,directora del proyecto e investigadora de Fundación Kimntrum, dijoque “la cultura sorda es rica, pero en la actualidad forma unacomunidad autocontenida, por lo que corre el riesgo de que supatrimonio histórico cultural sea olvidado”.
El resultado de estetrabajo, desarrollado por Campos junto a Ricardo Cartes, KatherineCaorsi, Lorenzo Flores, Gabriela Varas y Tomás Varnet, es un librotitulado “También existimos: Rescatando la cultura sorda”.
Se destaca por sugran visualidad, entre fotografías históricas y recortes de diario.“Una buena parte de la comunidad sorda no ha tenido acceso a lalectoescritura, por lo que su diseño se orienta a ellos y ellas”,agregó Campos.
Entre sus páginas,lectores y lectoras podrán conocer el abecedario antiguo y elactual, los principales hitos de la comunidad sorda penquista, ademásde relatos de unión y solidaridad.
“Un grupo de amigos sordos se encontraba conversando en el mercado de Talcahuano, cuando se les acercó un niño. Se trataba de un niño sordo que se vio atraído por la lengua de señas. Al verlo, naturalmente sintieron una conexión y lo invitaron a compartir. Ese día ya no anduvo ni descalzo ni solo… era uno más de entre ellos”, recoge una de sus historias.
También narra ladiscriminación a las que se le sometía y cómo la sociedad ha idolentamente evolucionando.
Un adulto sordocuenta que “en el Colegio Biobío antes no ocupaban señas losprofesores, o sea, te escribían en la pizarra y era un poquito loque usaban y nosotros calladitos. Cuando salíamos al patio,hablábamos señas, pero entrábamos a la sala y ellos te obligaban ano usar señas, a no conversar, a escribir solamente. Ahora yaterminaron los castigos físicos por usar señas, ahora dejan que losniños puedan usar las dos cosas”.
La obra, que contócon financiamiento de Fondart, tendrá un doble lanzamiento: primero,este lunes 12 de agosto en la Biblioteca Municipal de Concepción, alas 18:00 horas; mientras que el segundo evento se realizará elmartes 13 de agosto en la Biblioteca Viva Biobío, a las 18:30 horas.