Fiscalizarán retorno del after Mamma Sander que volvió a funcionar el pasado fin de semana
El sábado recién pasado en un operativo liderado por la Gobernación Provincial de Concepción se clausuraron dos “afters” emblemáticos de la bohemia penquista, Muñeca Bar y Club Maja, ambos recintos visitados por personas que querían seguir la fiesta después de las 5:00 de la mañana, cuestión para la cual no hay permiso alguno en el país.
Este fin de semana, tras esa clausura, se conoció que un local pionero en este aspecto volvió a funcionar; se trata de Mamma Sander, ex discotheque ubicada en Prat esquina Bulnes en Concepción, lugar en el cual hoy funciona el Bar La Ruina, pero que se promocionó durante la madrugada del sábado en distintos locales como el legendario espacio que por años funcionó bajo la ilegalidad.
“Tienen claro, la mayoría de estos locales que no tienen funcionamiento ni aprobación puesto que ellos funcionan posteriormente al horario permitido, y ante eso la fiscalización va a ser rigurosa y nosotros vamos a seguir el cumplimiento de las normas vigentes con el objeto de que estos locales no puedan abrir y también sean clausurados”, dijo el gobernador Robert Contreras.
Para lograr este
cometido se instaló una mesa que integran Carabineros, Servicio de
Impuestos Internos, la Seremi de Salud y la Municipalidad de
Concepción quienes de manera conjunta trabajan para evitar que los
locales sigan funcionando o incluso abran exclusivamente a las 5:00
de la mañana.
Otra línea de acción será fiscalizar a
locales establecidos para funcionar de noche y que promocionen el ir
a lugares ilegales con ganchos como el timbre en la mano o la entrega
de free pass.
Al respecto el gobernador Contreras advirtió que “vamos a informar a inspectores municipales con el objeto de que se realicen las investigaciones necesarias y también se sancione a los locatarios de locales establecidos que fomenten este tipo de prácticas”.
Mamma Sander vivió un episodio en 2010 hasta hoy recordado, el asesinato de Daniel Aguayo, un joven asistente al recinto y que murió luego que en la pista de baile se iniciara una pelea, que terminó con una mortal balacera afuera del recinto.
Por ese crimen Cristian Muñoz y Álex Herrera fueron condenados como autores del delito de homicidio calificado, tras propinarle nueve disparos a su víctima, a la pena de 10 años y un día de cárcel.