Pacientes con Parkinson estrenan obra de teatro

El teatro puede ser una poderosa medicina y así lo asumen usuarios de la red asistencial del Servicio de Salud Talcahuano que conviven con la enfermedad de Parkinson y quienes encontraron en el escenario una oportunidad para mejorar su calidad de vida. Son varios los estudios que evidencian el poder curativo del arte, por eso no es casualidad que la propia comunidad organizada creara un proyecto para producir la obra “Nosotros le ganamos al Parkinson”, cuyo estreno se realizó el salón de eventos de la Escuela de Formación de Carabineros de Hualpén. El director del Servicio de Salud Talcahuano, Carlos Vera, destacó el mensaje de inclusión detrás de la presentación teatral. Al respecto, señaló que el “trabajo que queremos desarrollar y que hemos desarrollado en conjunto con la comunidad, nos va a potenciar en el sentido de entregar una vida más digna, una vida mejor a los enfermos de Parkinson... la comunidad a veces no lo entiende, los mira como personas "raras", pero esto de que ellos sean partícipes de una obra de teatro, que sean actores, que hayan aprendido y que se hayan olvidado de su condición física para entregar alegría a un grupo de personas, para actuar en una obra de teatro, a nosotros nos tiene muy contento como Servicio de Salud Talcahuano”. La obra, que se enmarca en los Presupuestos Participativos en Salud, se basa en el guion original que cinco pacientes del Cesfam La Floresta desarrollaron en conjunto con María Lorena Figueroa Reyes, actriz y directora del Teatro Ártico. María Lorena comentó que la realización de esta obra permitió “El teatro se presenta como una herramienta de difusión, de acercar un poco lo que es el Parkinson y también una herramienta de revitalización de la humanidad del ser humano que padece una enfermedad, creo que es muy importante que ellos se sientan útiles y sientan que puedan ser capaces de interpretar una obra de teatro”, comentó la directora del montaje. De esta manera, “Nosotros le ganamos al Parkinson” se transforma en una innovadora terapia, encontrando en las artes escénicas un complemento al método clínico tradicional y que ha conseguido avances evidentes en la recuperación de los usuarios. Lidia Espinoza fue diagnosticada hace 14 años y encontró en esta iniciativa una forma de enfrentar su enfermedad y educar a sus vecinos respecto de cómo tratar a una persona con Parkinson. “Esto es algo que yo no conocía, es necesario que se eduque sobre estas enfermedades, esta enfermedad es más notoria, como usted me puede ver estoy conversando, pero tengo un movimiento involuntario, entonces a veces la gente se queda mirando y yo me siento mal, pero sí les saco una sonrisa a ellos, como diciendo un poquito de paz, un poco de amor y ojala que nadie le toque esta enfermedad”, agregó la actriz de la obra.