"La Madame": La proxeneta de Cartagena que dejó más de 250 víctimas

Liliana del Carmen Campos Puello, una mujer de Cartagena de 42 años, fue sindicada de conformar la red de proxenetismo más grande en la historia reciente en la ciudad Colombiana.

Campos pasó de vivir una humilde adolescencia, ganándose la vida vendiendo ropa y otros artículos, a ser catalogada como la mayor proxeneta de Cartagena. En los años 80 viaja a los Estados Unidos con el fin de cumplir el "sueño americano", una vez que regresó a Cartagena en el año 1990, se mudó al barrio El Recreo, donde montó una red de explotación sexual de menores de edad colombianas y venezolanas. [caption id="attachment_32402" align="aligncenter" width="1180"] "La Madame" Se encargaba de reclutar a niñas para fiestas sexuales.[/caption] Este fin de semana, varios sectores Cartagena fueron allanados por un operativo Policíal, que dio con la captura de 18 personas que integraban esta red de explotación sexual de menores. Entre los detenidos está "La Madame", encargada de reclutar jovencitas para ofrecerlas en fiestas sexuales con turistas y extranjeros, principalmente en yates y residencias en la ciudad.

Red de explotación de menores

Campos tenía un catálogo que era distribuido internacionalmente en una red de trata que opera especialmente en islas del Caribe. Luego de "vender" a algunas, la Madame engañaba a las jóvenes diciéndoles que trabajarían de modelos por unos días, les conseguía los pasaportes, y les daba dinero para su estadía. Pero cuando las víctimas llegaban a otro país, eran despojadas de sus documentos y pertenencias y explotadas sexualmente sin posibilidades de regresar. [caption id="attachment_32406" align="aligncenter" width="750"] La mujer exhibía de sus lujos en su perfil de Facebook[/caption] Las víctimas participaban en orgías sexuales, donde La Madame cobraba 1.040 dólares por noche, y solo pagaba a las menores unos 340 dólares. Además las obligaba primeramente a realizar los trabajos sexuales gratis para “graduarse” de una escuela de prostitución y luego recién poder ejercer a cambio de dinero. La mujer fue imputada por delitos de trata de personas, concierto para delinquir e inducción a la prostitución y se entregaron detalles de su supuesta responsabilidad en el tráfico de al menos 250 jóvenes, pero no se acogió a los cargos. Los dos ciudadanos israelíes quedaron privados de libertad y los turistas culpables de explotación sexual, pueden ser condenados hasta a 37 años de prisión, según Mario Gómez, fiscal delegado para la Infancia y Adolescencia.