Carola Urrejola tendría nueva pareja tras separación de Mauricio Jürgensen
Considerando que la jornada laboral ocupa más de un tercio de nuestro tiempo en la semana, es probable que en medio del ajetreo diario y el frecuente contacto con colegas se registre cierta atracción entre compañeros de trabajo. Pero ¿qué tan frecuente es que nazca una relación sentimental en una oficina?
Según una encuesta realizada por Laborum.com a más de 2.800 personas, el 51% de los chilenos admitió haber tenido alguna vez una relación amorosa en el ámbito laboral. De ese número, el 31% además afirmó haber experimentado algún tipo de dificultad derivada de dicho amorío.
Entre los problemas ocasionados por las relaciones amorosas en el contexto de trabajo, los encuestados mencionaron la dificultad al momento de separar el aspecto profesional del personal, tener que ocultar la información a sus compañeros y haber sufrido un deterioro de su imagen en la organización.
Por otra parte, el 46% del total de encuestados considera que estas relaciones pueden afectar la productividad de la organización.
Políticas de la empresa
Otro dato interesante obtenido por Laborum.com, da cuenta de que el 41% de los consultados dijo desconocer si en las empresas en las que se desempeñan hay alguna política que permita este tipo de vínculo. El 34% asegura que no y solo el 25% explicó que sus organizaciones sí incorporan un apartado al respecto en sus reglamentos internos.
Néstor Milano, director ejecutivo de Laborum Chile, explica que “para evitar situaciones conflictivas o malentendidos, es recomendable consultar con el departamento de Recursos Humanos si existe alguna política o norma que reglamente este tipo de vínculos. Algunas compañías los prohíben por el grado de confidencialidad que conllevan sus procesos, mientras que otras empresas son más abiertas al respecto y no establecen mayores trabas”.
Finalmente, un 57% de los consultados dijo que, en caso de estar envuelto en una relación con un colega, no se lo haría saber a su jefe. Por otra parte, tres de cada cuatro personas (76%) aseguraron que, si de ellos dependiera, permitiría este tipo de situaciones en sus lugares de trabajo.