Joven haitiana dio a luz en consultorio de Lorenzo Arenas

Una situación inusual se vivió a temprana hora en el Servicio de Atención Primaria de Urgencias (SAPU) del Centro de Salud de Lorenzo Arenas, en Concepción. Fue el nacimiento de una niña, hija de un joven matrimonio haitiano, tras un parto inminente a minutos de ingresar al recinto. La pequeña y su mamá, acompañadas por personal paramédico, fueron trasladadas al Hospital Clínico Regional para su recuperación.   Según explicó la doctora Katiusca Pazmiño, a las 8 de la mañana ingresó al turno con todo el equipo y siendo las 8.25 ingresó una mujer haitiana, acompañada por su esposo y otro familiar. Mientras intentaban comunicarse dado que sólo el marido hablaba un poco de español, rompió fuente y de inmediato la ingresaron a un box donde atendieron el parto inminente.   “Fue una niñita que gracias a Dios nació bien y la mamá también se encuentra en perfectas condiciones. De acuerdo al protocolo correspondiente fue trasladada al hospital regional… Es la primera vez que en el SAPU Lorenzo Arenas ocurre un nacimiento y es bien bonito, además que es una paciente extranjera, de Haiti”, comentó.   Agregó que el esposo, de 36 años de edad, llevaba tres meses en la zona, vive en Hualpén donde fue acogido por la Iglesia Cristiana Misionera, de la cual es miembro Andrea Campusano, técnico paramédico del mismo recinto de salud. Por eso él ya se había atendido en el mismo SAPU de Lorenzo Arenas. Su mujer, de 28 años, está en Chile hace sólo una semana y recién ayer llegó a Hualpén.   “El llegó a mi casa a pedir ayuda porque vive a dos cuadras y un tío mío los trajo… Lo hemos acogido en mi iglesia y en mi familia, de hecho, ya están con ellos, comprando paños y cositas para la guagua, para ayudarlos porque son extranjeros”, contó.   La médico jefe del turno destacó que los padres estaban muy emocionados y destacó el esfuerzo puesto por el equipo completo para dar la mejor atención dadas las circunstancias.  “En el momento en que ya tuvimos a la bebé la acercamos a su mamá para que le diera un beso e igual al papá. Estas instancias son bien bonitas, porque es muy difícil estar en una tierra ajena, con personas que no entienden tu idioma, con costumbres diferentes, así es que mostramos empatía y, bueno yo soy ecuatoriana, así es que entiendo plenamente lo que es estar fuera de su país”.