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Secretos y la historia del carbón reflejados en un nuevo libro
Por Marcelo Ramírez
| 25 Noviembre 2016 00:38
LOTA. Luego de un año de trabajo y recopilación histórica en conjunto con los vecinos y los profesionales del Programa de Recuerpación de Barrios “Quiero mi Barrio”, dependiente del Ministerio de Vivienda y Urbanismo, se lanzó el día de ayer el libro “Bannen: Vida e Historia Minera”, iniciativa que desempolvó cerca de 60 años de historias, costumbres y tradiciones de esta típica población lotina.
El evento se desarrolló en el Colegio Manuel d´ Alzón de Lota y contó con la participación de autoridades comunales y vecinos de Bannen. Estos últimos, importantes actores en el proceso de investigación histórica, quienes además fueron los encargados de revelar cómo era la vida en los inicios de la población.
Luis Vera, integrante de la Comisión de Obras del Barrio Bannen, señaló que “…el proceso de construcción de Bannen se realizó a puro pulso. Con pala, picota y yuntas de bueyes, partió en el año 1945 y hasta el ´47, cuando se inauguró. Este proyecto habitacional desarrolló viviendas continuas, denominadas pabellones, que en su momento fueron casas muy modernas, ya que contaban con los servicios higiénicos al interior de cada vivienda”, explicó.
El barrio Pedro Bannen nació como alternativa habitacional para los damnificados lotinos del terremoto del año 39´. De igual forma, el grueso de su población era funcionaria de la Empresa Nacional del Carbón (ENACAR), compañía que donó los terrenos para que la Corporación de la Vivienda (CORVI) pudiera desarrollar la solución habitacional.
El presidente del Consejo Vecinal de Desarrollo (CVD) de Pedro Bannen, José Ríos Palma, señaló que “… el libro resume muy bien la forma en cómo se ha ido desarrollando la población, desde que se fundó hasta la llegada del Quiero Mi Barrio y sus aportes para la recuperación de los espacios físicos y el tejido social. Sin embargo, este es el primer paso para la recuperación total del barrio y esperamos que las autoridades nos sigan ayudando”, dijo.
Luis Vidal, vecino del pabellón 22-B, aclaró que “…dentro de las costumbres y tradiciones del barrio se encuentra la sierra asada y el pan amasado en horno de barro. Tenemos personajes históricos como Juan Silva, atleta y vecino de Bannen que participó en las olimpiadas de Melbourne (1956) y Roma (1960). Es por tal motivo que queremos que estos datos históricos no se pierdan, queremos que las generaciones más jóvenes crezcan conociendo el lugar en el que viven, y que se sientan orgullosos de su pasado histórico”, sentenció.
Luis Vera, integrante de la Comisión de Obras del Barrio Bannen, señaló que “…el proceso de construcción de Bannen se realizó a puro pulso. Con pala, picota y yuntas de bueyes, partió en el año 1945 y hasta el ´47, cuando se inauguró. Este proyecto habitacional desarrolló viviendas continuas, denominadas pabellones, que en su momento fueron casas muy modernas, ya que contaban con los servicios higiénicos al interior de cada vivienda”, explicó.
El barrio Pedro Bannen nació como alternativa habitacional para los damnificados lotinos del terremoto del año 39´. De igual forma, el grueso de su población era funcionaria de la Empresa Nacional del Carbón (ENACAR), compañía que donó los terrenos para que la Corporación de la Vivienda (CORVI) pudiera desarrollar la solución habitacional.
El presidente del Consejo Vecinal de Desarrollo (CVD) de Pedro Bannen, José Ríos Palma, señaló que “… el libro resume muy bien la forma en cómo se ha ido desarrollando la población, desde que se fundó hasta la llegada del Quiero Mi Barrio y sus aportes para la recuperación de los espacios físicos y el tejido social. Sin embargo, este es el primer paso para la recuperación total del barrio y esperamos que las autoridades nos sigan ayudando”, dijo.
Luis Vidal, vecino del pabellón 22-B, aclaró que “…dentro de las costumbres y tradiciones del barrio se encuentra la sierra asada y el pan amasado en horno de barro. Tenemos personajes históricos como Juan Silva, atleta y vecino de Bannen que participó en las olimpiadas de Melbourne (1956) y Roma (1960). Es por tal motivo que queremos que estos datos históricos no se pierdan, queremos que las generaciones más jóvenes crezcan conociendo el lugar en el que viven, y que se sientan orgullosos de su pasado histórico”, sentenció.
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